Texto y fotografías: Natalia Calvo
Dos eralas de nota lidiaron Joselillo y Damián Castaño en el primer tentadero de la camada del “9”. El ganadero Jesús Pérez, ofreció a Damián una sexta vaca de retienta donde el salmantino estuvo poderoso.
Mañana veraniega en el primer tentadero de la camada del “9” que el ganadero de Toros de Brazuelas, Jesús Pérez, organizó en las cuidadas instalaciones de la finca. Escasos invitados y guardando las medidas sanitarias.
Mi “jefe”, Santos, tenía compromiso adquirido con los ganaderos del Raso de Portillo para otro tentadero, y me encomendó la doble tarea de gráfica y cronista. Por ello tuve que “orientarme” de los entendidos como el propio ganadero, los diestros que tentaron y el que fuera matador de toros y ahora apoderado, Andrés Sánchez. Buenos maestros.
Se tentaron cinco eralas, más una vaca cinqueña de retienta, esta de “propina”, que el ganadero obsequió a Damián Castaño de cara al mano a mano con su hermano Javier el próximo 24 de abril en Villoria. Allí estaremos si Dios y la Junta lo permiten por esto del coronavirus.
Para mí fue una experiencia la lidia de esta vaca, porque primero la llevaron al caballo que montaba el picador Jesús del Bosque con los palos y ramas, como si fuera un tentadero de machos, y luego la lidiaron con el capote para probarla. Luego la recogió Damián que estuvo soberbio de poderoso y lidiador. La vaca fue muy noble y tuvo temple, según comentó el propio Damián y el ganadero.
Antes salieron dos vacas de nota: la 2ª y la 4ª, según los comentarios de los profesionales y del ganadero, quién nos comentó que habían sido aprobadas. La cuarta vaca fue tentada por Joselillo que, como en las corridas de toros, prima el orden de lidia por la antigüedad del diestro. El vallisoletano estuvo sensacional con la excelente erala.
La segunda erala, extraordinaria de bravura y repetición, cayó en manos de Damián Castaño, quién estuvo a la altura de la misma. Se nota la ambición de este diestro salmantino desde que era becerrista, y con el que me une una gran amistad, tanto con él como con sus hermanos Javier y Sergio el mozo de espadas.
Los profesionales dijeron que no sabían con qué vaca quedarse porque ambas, la 2ª y la 4ª, fueron realmente de nota alta. Son, nos dijo Jesús Pérez, las nacidas en el 2019 y pertenecen a lo nuevo que adquirió de La Palmosilla.
Las eralas, 1ª, 3ª, lidiadas por Joselillo y Damián, fueron toreables, aunque desechadas para el futuro de la ganadería, según nos dijo el propio ganadero. Hubo una 5ª, también muy toreable, que le correspondió al novillero Alejandro Gimeno, un espigado chaval de Coria que hace sus pinitos a través de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca.
Fue una mañana deliciosa que acabó con otra no menos deliciosa paella, de la que dimos cuenta en la pinada que hay frente al salón principal de la finca.