La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) considera insuficientes las medidas de prevención en los autobuses urbanos de Valladolid y denuncia que, cuando se cumple un año del inicio de las medidas de control y prevención del contagio del coronavirus, continúan faltando ciertas medidas correctoras.
En concreto, según un comunicado de la OCU recogido por Ical, el control de aforo se realiza “a ojo” por el propio conductor, lo que no evita las aglomeraciones en las horas de mayor afluencia y, por lo tanto, impide conservar una distancia mínima de seguridad dentro del autobús. Además, no existen dispensadores de gel hidroalcohólico.
Para la organización de consumidores es vital reforzar aún más las medidas de prevención del contagio en el transporte público. “Todos los medios deberían disponer de dispensadores de gel hidroalcohólico en las puertas de acceso y salida del vehículo, rellenados al final de cada parada, al tiempo que debería seguir aumentándose la frecuencia de paso en horas punta. Esta última medida es probablemente la más importante de todas y una asignatura pendiente en la mayor parte de los municipios”.