La aparición de corzos en la capital vallisoletana se ha convertido en una constante en las últimas horas, después de que en la tarde del viernes uno de estos cérvidos fuera recogido del Canal del Duero y esta mañana fueron localizados otros dos, uno de los cuales falleció a causa del estrés, según informaron a Europa Press fuentes de los bomberos.
Los dos últimos episodios de ejemplares avistados por ciudadanos se han producido esta mañana, cuando la Policía Local daba cuenta a los bomberos de la aparición de uno que más tarde, poco después de las 08.50 horas, fue localizado en el interior de un parque canino sito en la calle Santa María de la Cabeza, en el barrio del Páramo de San Isidro.
El animal, pese a los esfuerzos de los bomberos del Parque de Canterac por rescatarlo, murió allí mismo a causa del estrés de verse encerrado en un circuito vallado y por las lesiones que él mismo se produjo por los golpes contra las vallas en su intento de huir.
El otro corzo fue localizado sobre las 09.25 horas en el Camino Viejo de Simancas, junto a la floristería Medina Azahara, también, al igual en el caso anterior, en un recinto.
Los agentes, en este caso del Parque Central, trataron, sin éxito, de hacerse con él, si bien ante la imposibilidad de la empresa optaron por dejar abierta la puerta del recinto para que el animal, por sí mismo, recuperara la libertad.
Durante la jornada de ayer otro cérvido fue hallado en la capital. En ese caso, sobre las 20.00 horas, el animal cayó al Canal del Duero, entre la VA-20 y la carretera de Segovia, si bien en esta ocasión el animal pudo ser rescatado por bomberos del Parque de Canterac y soltado poco después en un pinar cercano.