La Feria del Libro de Valladolid ha clausurado esta noche su 54 edición con un homenaje en recuerdo al escritor y humanista José Jiménez Lozano, que falleció a principios de marzo del pasado año. Durante el acto su mujer, Dora Vicente, ha recibido una escultura conmemorativa del artista Rodrigo de la Torre a partir de un diseño del artista Manolo Sierra de manos de la concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo.

La concejala de Cultura y Turismo ha remarcado el "broche de oro" con el que ha terminado esta Feria, con un homenaje a un hombre "extraordinario y fuera de lo común". En este sentido, ha señalado lo "extraordinaria que ha sido la semana". "Ha supuesto volver a encontrar a ver en las calles después de dos años muy dolorosos."

Para Ana Redondo también ha sido "extraordinario" contar con un centro tan especial como el Círculo de Recreo, "un hallazgo el estar en un lugar tan emblemático, tan bello y tan literario".

Por último, ha reflexionado sobre que por primera vez en mucho tiempo se ha dejado atrás el ordenador para "encontrarnos con el libro, con la palabra, escuchando la voz de personas tan ilustradas, compartiendo su pensamiento y su palabra con nosotros". "Estoy tremendamente satisfecha por una semana así", ha finalizado, a la vez que ha dado las gracias a la familia de Jiménez Lozano por acudir a este acto.

Tras sus palabras, ha entregado una escultura, un ramo de rosas y un cuadro con la ilustración de Jiménez Lozano a su mujer, Dora Vicente. Tras recoger el reconocimiento su hijo, Javier Jiménez, ha agradecido la presencia de todas las personas que han acudido a este homenaje.

El Círculo de Recreo se ha llenado de familiares y amigos del escritor, que con su presencia han querido rendirle un sentido homenaje. Precisamente, el acto ha comenzado con una mesa redonda compuesta por amigos que le conocían bien en cada una de sus facetas, como escritor, periodista, ensayista y, sobre todo, como un sabio y una persona cercana que nunca perdió la curiosidad.

La primera en hablar ha sido la crítica literaria, profesora y gestora de la página oficial sobre la obra de Jiménez Lozano, Guadalupe Arbona, quien ha compartido con toda la sala la carta que le escribió un día después de morir, el 10 de marzo de 2020, en lo que ha llamado "su última conversación, aunque creo que el diálogo con él no ha terminado, porque siempre seguirá presente en sus obras". En sus letras ha reflejado el dolor por su marcha y la añoranza de una persona "con gran capacidad de ser como un niño y con la que tanto he aprendido".

El editor y escritor Agustín García Simón, ha subrayado la amistad que ha mantenido durante 35 años con "un gran maestro" y en sus palabras ha agradecido que compartiese "su profundo saber" con el resto de las personas.

Agustín García ha recordado su primera época como escritor, que le llevó a ser un "gran intelectual del siglo XX". "Siempre se preguntó por qué los españoles no han conseguido convivir y entenderse a lo largo de la historia hasta llevarlos a vivir una de las guerras civiles más atroces del país". Para el editor, cuando Jiménez Lozano abrazó la teoría del filólogo e historiador Américo Castro en la que decía que el problema del conflicto entre españoles no estaba en la economía, sino en el convivir de sus gentes le dio una "fuerza enorme para llegar a ser el ensayista espléndido en el que se convirtió". "A partir de ese momento comienza su obra más genuina, potente y definitoria. Para don José la ideología era un ruido que siempre acababa mal, para él lo importante era la convivencia y el sentido común".

Tras estas palabras ha intervenido el poeta y profesor Fermín Herrero quien, emocionado, ha subrayado la "absoluta orfandad literaria" que le ha quedado tras su muerte. Del mismo modo, ha definido como profética su literatura, tratando temas "totalmente candentes" hasta el final de sus días.

En sus palabras se ha desprendido la admiración que sentía por el escritor y humanista, principalmente, por tres motivos. El primero por su obra "no solo extensa, sino también de una rara intensidad". El segundo por su "sabiduría", que procedía de la "humildad". "No solo era un erudito, también era un sabio". Y por último por ser "un referente moral en la literatura española del siglo XX". "Era una persona de una generosidad intelectual absoluta".

Mientras, Victoria Niño ha hecho un paseo por la memoria para recordar la época de Jiménez Lozano como periodista y ávido lector de periódicos "en la mesa del fondo del Lion D'Or". Para 'Pepe', diminutivo con el que la periodista le ha nombrado, el periódico era "el testimonio de la realidad común". Durante este recorrido se ha parado en su época como periodista en el ABC y el Norte de Castilla durante casi seis décadas como un articulista "sesudo" y "el enviado más especial al Concilio Vaticano II". "La experiencia vaticana le sirve para ejercer de periodista de calle, de buscador de noticias, por un tiempo, aunque el resto de su vida laboral se sucederá como periodista de mesa, como editorialista y articulista".

Jiménez Lozano aconsejaba "la objetividad, que no la neutralidad" a la hora de informar y lamentaba que en las últimas décadas el medio fuese el mensaje, "advirtiendo del peligro de desconocer el mundo real trasplantado por el virtual y del decisionismo, es decir, que los hechos no son lo que son sino lo que se decide que sean". Victoria Niño también ha recordado sus últimos años de su vida laboral como director de El Norte de Castilla, en 1995. "Siguió escribiendo en otros diarios, para otras empresas porque, según decía "los periódicos cambian de ideas, yo no". Sus artículos están recopilados en varios libros, como 'La ronquera de Fray Luis y otras inquisiciones' y 'Buscando un amo'.



LECTURAS DE JIMÉNEZ LOZANO.

El acto, que ha contado con la comunicadora Eva Moreno como maestra de ceremonias, también ha contado con lecturas de alguno de los fragmentos de las obras más representativas de este escritor de las profesoras del IES José Jiménez Lozano Concepción González Hernández, Maite Gudiña García y Margarita Gómez Riesco. Pero antes, en el Círculo de Recreo han resonado las palabras de José Jiménez Lozano durante una entrevista que le hicieron los alumnos de ese centro el 19 de febrero de 2020, días antes de fallecer.