PP y Vox pidieron hoy al alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que renegocie el convenio porque "es el momento" y hay dinero para el soterramiento y volvieron a rechazar el plan de movilidad, mientras que el PSOE criticó que solo se quejan de todos los proyectos en marcha sin tener alternativas para la ciudad y advirtió a los ‘populares’ que no podrán revertir ambas iniciativas.
“Quieren la ciudad de siempre, en la que los coches circulen por la calle Santiago”, replicó Puente, durante el debate sobre el estado de la ciudad, en el que reconoció dos modelos, el del PSOE, de una capital abierta, tolerante, con proyectos que miran al futuro, como la movilidad, integración del ferrocarril, la ciudad de la justicia y el parque agroalimentario y el de PP y Vox.
El alcalde pidió a ambos partidos que “no engañen de manera irresponsable y estéril” a los ciudadanos con un proyecto de soterramiento que “no es una opción de futuro”, para indicar que en las elecciones de 2015 él no llevó esa propuesta en su programa.
Por su parte, la popular Pilar del Olmo pintó una ciudad sucia que ha bajado a segunda división como el equipo de fútbol por la gestión del bipartito, afeó que se aplaude “el hachazo” fiscal del Gobierno y reiteró que, cuando gobiernen, revertirán “el caos” en la movilidad. “Valladolid es una ciudad de primera, los únicos que han bajado a segunda es el Partido Popular”, rebatió Puente.
El alcalde respondió que en estos seis años se ha reducido la presión fiscal sin subir los impuestos, con la supresión de la tasa de basuras, con 60 millones de euros, y defendió las ayudas directas de 13 millones de euros a los sectores más afectados, por lo que pidió a Del Olmo que diga que ciudad ha puesto más dinero, cuando tendría que ser “un orgullo”, lo que comparó con las ejecutadas por la Junta.
Una ciudad de segunda
La presidenta del Grupo Municipal Popular, Pilar del Olmo, aseguró que Valladolid como su equipo de fútbol ha bajado a segunda división en la comparación con las ciudades similares y describió una ciudad “sucia y abandonada en la que crecen los hierbajos por todos los sitios hasta en el balcón del ayuntamiento”.
Así, calificó de “negativo” el balance de estos dos años de mandato y añadió que el “futuro es muy negro”, ante la falta de un proyecto de ciudad, sin ninguno nuevo, “los mismos de hace seis años”.
“La ciudad es un enjambre de locales vacíos y silenciosos, a esta ciudad la falta ritmo e impulso, los vecinos viven peor que hace dos años”, relató Del Olmo, exconsejera de Economía y Hacienda de la Junta durante 17 años, que afeó que el equipo de gobierno aplauda “el hachazo fiscal” del Gobierno, que “no es ni justo ni progresista”.
La dirigente popular describió tres etapas durante la pandemia, una primera de “frivolidades y titubeos”, una segunda de creación del grupo de trabajo con acuerdos y la tercera de ruptura unilateral y en la que el equipo de gobierno “ha ido a salto mata y ocurrencia”, con luces de Navidad sin Navidad o concurso de pinchos con bares cerrados.
“Han convertido Valladolid en una de las ciudades más incómodas de España”, resumió sobre el reto de movilidad y confió en una resolución a su favor de la Justicia, ya que anunció que en dos años, tras las próximas elecciones, revertirán este “caos”. “Han convertido la ciudad de los 15 minutos en los 50 atascos”, aseveró, aunque “el alcalde los niegue”.
Del Olmo criticó que el alcalde ante la huelga en Auvasa, que ha perdido un 47 por ciento de viajeros, amenace con “la barbaridad” de la privatización, lo que en su opinión puede suponer que es “un castigo” trabajar en la empresa privada y “una bicoca” en la pública y no respeta el derecho de huelga.
“Hay dinero para el soterramiento”, afirmó, por lo que pidió a Puente que se dirija a “sus amigos” del Gobierno, como el ministro Ábalos, para que financie este proyecto, donde censuró que en seis años no se ha hecho nada en la integración del ferrocarril.
Simplón y populista
El portavoz de Ciudadanos, Martín José Fernández Antolín, manifestó que el “estado de la ciudad no puede ser ni una foto fija ni una foto borrosa” y lamentó los debates recurrentes sobre la movilidad y el soterramiento. Así, afirmó que su grupo si está preocupado por la movilidad y ha propuesto una serie de medidas y soluciones frente al modelo “ideologiciado” del equipo de gobierno, aunque añadió que en “esa guerra pequeña” no les van a encontrar.
Calificó de “simplón y populista” los discursos a favor y en contra del soterramiento y se decantó por un estudio demográfico, a la vez que subrayó que solo ha escuchado “palabras a golpe de titular” al hablar de los grandes proyectos, como la ciudad de la Justicia o el Parque Agroalimentario. “El valor añadido no lo dan las rotondas con flores”, aseveró.
“Luces cortas en el plan de turismo” observó el concejal de Ciudadanos, que lamentó la falta de una planificación global ante el talento creativo existente en la ciudad, mientras que insistió en que queda mucho por hacer y su grupo incidirá en soluciones residenciales dignas y en un plan para ocupar locales vacíos en el centro.
Centro zona de exclusión
El concejal de Vox, Javier García Bartolomé, denunció que falta un modelo de ciudad y calificó de “talibanismo ecológico” el reto de movilidad del equipo de gobierno con “el estilo social comunista de ir andando, utilizar la bici, desechar el coche”, lo que convertirá al centro en una zona de exclusión. Además, reiteró que hay dinero para el soterramiento y pidió al alcalde que llame al ministro para renegociar el convenio de 2017, como se ha hecho en Murcia.
“No hay motivos para la euforia, ni el triunfalismo, menos con las nefastas políticas económicas que han puesto en marcha”, concluyó García Bartolomé, que criticó que el centro se vacía, la falta de impulso de la actividad económica, el escaso avance del parque agroalimentario y el aumento del déficit en 20 millones de euros.
Una ciudad cambiando
“¿Cómo está Valladolid?”, preguntó la portavoz de Valladolid, Toma la Palabra, María Sánchez, que respondió que “cambiando”, donde puso en valor los pasos que están dando para recuperar edificios y ponerlos en valor para los ciudadanos, como el Teatro Lope de Vega, la Ciudad de la Justicia, las Catalinas, el Cine Castilla o la Azucarera. “La ciudad está en un proceso de cambio, me gusta la cara que se la está poniendo”, resumió.
Sánchez abogó por “objetivos ambiciosos” en el reto ambiental como que en 2030 se pudiera producir aquí una buena parte de lo que se consume en la ciudad, sostuvo que la pandemia “nos ha condicionado pero la ciudad no se ha parado”, defendió las medidas puestas en marcha aunque hayan mermado ingresos municipales y subrayó que en esta crisis no se ha actuado con “el sálvese quien pueda”.
Mirando por el retrovisor
El portavoz del Grupo Municipal Socialista, Pedro Herrero, censuró que PP y Vox critiquen todos los proyectos sin `presentar alternativas y se dirigió a Del Olmo, para señalar que no ha presentado su plan de movilidad y que todas las ciudades del mundo caminan hacia un movimiento sostenible. “Hacen demagogia”, aseveró.
Herrero manifestó que las quejas por tráfico se han reducido en un 17 por ciento desde 2009 y calificó de “viaje en el tiempo” la reivindicación del soterramiento y la critica al plan de movilidad. “Están mirando por el retrovisor, unos a los años 50 y otros a la nostalgia del gobierno en la Junta”, resumió.
Por último, señaló a Del Olmo que la prueba de que "no ofrece nada" es que ni los afiliados del Partido Popular quieren que repita como candidata a la Alcaldía en las próximas elecciones. La consejera afirmó que no sabe su futuro, que la da igual y se dedica a trabajar por los ciudadanos.