La calle María de Molina de Valladolid ha quedado cortada al tráfico entre los cruces con Doctrinos y 20 de Febrero en la mañana de este lunes ante el avance de las obras de peatonalización, que se llevarán a cabo en las próximas semanas desde el inicio de la vía, en la plaza de Santa Ana, donde ya se encontraba cerrada la circulación desde hace unas semanas.
Las obras de la segunda fase de peatonalizaciones puestas en marcha por el Ayuntamiento de Valladolid se desarrollarán durante buena parte del verano y la previsión de la Concejalía de Movilidad y Espacio Urbano es poder concluir en María de Molina antes de finales del mes de agosto.
La calle María de Molina ya estaba cerrada al tráfico en su tramo inicial como consecuencia de las obras en el cruce de las calles Pedro Niño y San Lorenzo y también por la remodelación de la calle Pasión, las cuales se concluyeron la semana pasada, a falta de algunos remates.
De hecho, la calle Pedro Niño se ha reabierto al tráfico este fin de semana después de algo más de un mes y medio de obras --comenzaron el pasado 18 de mayo--.
Ahora se abordará el rediseño del espacio de la calle María de Molina, donde se dará prioridad a los peatones y quedará cortada al tráfico privado, salvo para el acceso y salida de los garajes existentes en la zona. El proyecto también afecta, en parte, a la calle 20 de Febrero, donde se dará igualmente un tratamiento peatonal a su tramo final, el que discurre junto al lateral del Teatro Lope de Vega.
Con este cierre de la calle María de Molina, 20 de febrero queda por el momento en 'fondo de saco' y sólo se puede acceder a ella para el uso de los garajes.
Mientras tanto, los usuarios del garaje existente en el número 5 de María de Molina deberán acceder al mismo desde el cruce con la calle Doctrinos, en lo que sería sentido contrario de acuerdo con el que seguía la circulación hasta ahora en esta calle.