La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) alerta, una vez más, de la saturación que sufren los centros de salud de Atención Primara, por los graves problemas de falta de personal sanitario -ya continuados y permanentes en este último año y medio de pandemia-, agravada en esta ocasión por la ‘explosión’ de la llamada quinta ola de la Covid-19, que llega en pleno periodo vacacional. Es decir, cuando los profesionales sanitarios tienen que disfrutar unas vacaciones bien merecidas, después de más de un año de tanto esfuerzo y sacrificio, sin que se les sustituya; y cuando la población se incrementa exponencialmente en los pueblos de Castilla y León, con miles de familias que pasan el verano.
“Estamos viendo como está subiendo la quinta ola de la pandemia, que está afectando, principalmente, a personas no vacunadas, es decir, los más jóvenes. Aunque tienen una sintomatología más leve, que por suerte no requiere hospitalización -salvo en escasas ocasiones-, son todos atendidos y seguidos desde los centros de salud. Además, el rápido incremento de contagios también está salpicando a otras personas del entorno familiar de los jóvenes”, señala CSIF.
Las enfermeras son las que hacen los rastreos, mucho más complejos y meticulosos, por las relaciones sociales de los jóvenes, porque el número de contactos es mayor y son más los contagios. “Estas labores de rastreo y seguimiento, con la realización de PCR y otras pruebas diagnósticas, antes se hacían con enfermeras que estaban contratadas específicamente para esto, que ahora están dedicadas a atender los puntos de vacunación”, lamenta CSIF.
El sindicato independiente muestra su “enorme preocupación” por la situación de los centros de salud rurales, con más falta de personal que en los urbanos. Cada vez se ven más contagios, con una mayor población desplazada por el periodo estival, que está desbordando el trabajo de médicos y enfermería.