Han luchado hasta el final. Los vecinos de Renedo de Esgueva han alzado su voz en contra del cierre de la guardería Los Duendes una y otra vez. Hasta en cuatro ocasiones se han manifestado con silbatos, pancartas y cacerolas para pedir al Ayuntamiento que recapacitara sobre la decisión de poner fin a la labor de este educativo, que llevaba prestando servicio desde hace más de quince años en la localidad.
Ayer, la cuarta señal de protesta, convocó a las puertas de la guardería, a más de sesenta personas que quisieron agradecer la labor de las docentes durante todos estos años, porque hoy Los Duendes ha cerrado sus puertas para poner fin de forma permanente a una larga etapa de educación y formación de los más pequeños en el municipio.
El Ayuntamiento habla de reunificación del servicio, ya que mantendrá abierta el Escuela Infantil La Ranita (ubicada en Casasola a 3 kilómetros del casco urbano del municipio) y apela además a la baja natalidad en los últimos años para respaldar la decisión del cierre de la guardería municipal. "Ningún niño se quedará sin plaza, se trata de usar de forma inteligente los recursos en función de las necesidades", explicaba la alcaldesa de la localidad, Raquel González.
Los vecinos no están conformes con una decisión que consideran injusta, "la guardería podría seguir funcionando perfectamente y su cierre supondrá un problema para las personas que viven en el pueblo y que no tienen cómo desplazarse hasta la escuela de Casasola para llevar o recoger a los niños y está claro que es un paso atrás para la gente que vive en el pueblo", comentan algunos afectados por el cierre.
Ayer, la cuarta manifestación sonaba a despedida con la lectura de un manifiesto por parte de algunos padres en reconocimiento a la gran labor de las dos profesoras que siguen a día de hoy con la incertidumbre de saber qué pasará con su futuro laboral. "Es una pena porque al final, después de tanta lucha hemos perdido la batalla", señalaban desde la propia manifestación.