Un culo inquieto, de espíritu aventurero y distinto al resto. Así se define el iscariense Daniel Gimeno, un joven fisioterapeuta de 34 años cuya afición principal es salir constantemente de su zona de confort, ir en busca de nuevas experiencias y alejarse de lo considerado como habitual para el resto.

El año pasado, cuando terminó su trabajo con el equipo de fútbol griego de primera división Volos NFC, Daniel pensó que había llegado el momento de volver a casa, pero tenía claro que no de forma convencional. “Lo típico hubiera sido volver en avión, pero pensé que por qué no poner rumbo a una aventura, un reto personal en el que yo marcase el tiempo y los ritmos. Me gusta la bici y me quedó muy buen sabor de boca después de una ruta de cuatro días que hice con unos amigos por la Sierra de Cazorla, esa fue la semilla, así que pensé ¿por qué no venir de Grecia a España en bicicleta?”. Así empezaría su andadura de 44 días y casi 4.000 kilómetros atravesando un total de cinco países.

Organizó y planificó sui viaje, sus rutas y alojamientos con una premisa poco convencional “ir disfrutando de cada momento y de lo que surgiese en cada jornada”, señala Gimeno. Su idea original era atravesar Grecia para llegar a Albania, después Montenegro, Bosnia, Croacia y Eslovenia, pero la situación de pandemia le obligó a cambiar los planes, algo que no minó los ánimos de Gimeno.  

El 14 de mayo comenzó a pedalear para sumar momentos en este reto inolvidable, “me propuse hacer unos 80-90 kilómetros por día, unas seis horas en bici, aunque dependiendo de la zona si era de montaña o no y de lo bonito que me pareciese cada lugar”, comenta Daniel.

Sin prisa pero sin pausa, el joven fisioterapeuta fue atravesando Grecia; “fue una forma muy bonita de despedirme de ese país que tan buenos recuerdos me trae”. Tras completar su primera etapa y decir adiós al país heleno, cogió un ferry nocturno a Italia y puso rumbo entonces a tres semanas de nuevas experiencias cuyo alojamiento principal fue su tienda de campaña.

Aprovechó la vía peregrina, “pero por la Covid la mayoría de los lugares estaban cerrados, sí que tuve bastante contratiempos, pero incluso en los momentos más difíciles por así decirlo tuve suerte. Lo bonito es que te llevas mil recuerdos, como cuando una familia me permitió acampar en su jardín”.

Anécdotas aparte, Daniel estuvo 17 días disfrutando de Roma, Florencia, la zona de la toscana y los montes Apeninos, entre otros lugares. Superando sus propias marcas, el iscariense avanzaba cada día en su personal periplo, “cuando llegué a Génova solo tenía que dejar el mar a la izquierda y seguir”. Continuó hasta Francia, por la zona de Nimes y Montpellier, donde se reencontró después de cinco meses con su pareja y juntos emprendieron un regreso por Gerona, que duraría dos semanas más hasta llegar a Íscar.





LLegada a meta

Precisamente fue la llegada a meta el 26 de junio, tras 44 días de aventura, el momento más especial para Gimeno en esta inusual aventura. "Nunca voy a olvidar ese momento en el que estaba llegando al pueblo y vi a la gente esperándome, amigos en bici que se unieron poco antes de llegar. La gente esperaba con pancartas y me hizo especial ilusión llegar a la Ermita donde va a rezar mi abuela, la recepción en la Plaza Mayor y dar una buena noticia al pueblo, que salga en los medios por algo positivo", comenta Gimeno recordando su llegada a casa. 

Este lunes pone rumbo a Touluse para emprender un nuevo proyecto como fisioterapeuta, en este caso pasando del lado deportivo al lado más humano de esta profesión, "ayudaré a gente que no puede salir de su casa, cuidados paliativos, serontología, gente mayor o recién operada. Estoy seguro de que va a ser una bonita experiencia en este sentido", comenta Gimeno, quien anima a todo el mundo a viajar solo al menos una vez

"Hay que salir, viajar, vivir aventuras y vivir la vida, cuando sale la oportunidad hay que cogerla, probar y arriesgarse porque hay que mantener viva la sensación de sentirse imparable y decir cómo mola mi vida", afirma este aventurero que seguro volverá a repetir experiencia, "no sé cuándo, ni cómo, pero no será de una forma convencional, de eso estoy seguro".