Lo único por lo que pasará a la historia la corrida de rejones de Medina del Campo será por la asistencia de público. Un lleno histórico, dentro de la normativa sanitaria, como no se recordaba. Se lidiaron ejemplares de Eladio Vegas, de excelente presentación y reglamentariamente despuntados. Todos fueron aplaudidos en el arrastre en mayor o menor medida.
Abrió plaza el explosivo Andy Cartagena, quien rejonea de forma vibrante llegando mucho al público, pero no fue su tarde. Si clavó a la grupa y al estribo en momentos de la lidia, pero a la hora del rejón de muerte descordó al animal. Paseó una oreja. Con el burraco cuarto mejoró en banderillas a una mano y cortas, pero falló estrepitosamente con el rejón de muerte.
Sergio Domínguez estuvo aseado en ambas faenas, pero muy distante de otras tardes. No estuvo acertado con los aceros de muerte. Llegó mucho al público con las cabriolas finales lo que le permitieron pasear una oreja.
Leonardo Hernández se llevó la tarde con una oreja en cada toro. Llega con facilidad a los tendidos merced a su exquisita doma y su sensacional cuadra, además es muy variado en las suertes que domina a la perfección. Le faltó rematar bien con los aceros de muerte, de lo contrario hubiera conseguido más trofeos. Salió en volandas del Coso del Arrabal.