El candidato a la presidencia de ACOR, Justino Medrano, ha pedido hoy en Olmedo un apoyo para la candidatura que encabeza que permita continuar el proceso de transformación de la cooperativa tras recuperar la senda de los beneficios. “En apenas dos años y medio hemos conseguido revertir la situación crítica que vivía ACOR. Queremos completar este gran cambio iniciado en 2019 para convertir la cooperativa en un modelo de empresa con una apuesta decidida por la remolacha, el verdadero buque insignia y durante tantos años olvidado y maltratado”, ha afirmado.
“Nuestra candidatura garantiza la continuidad de una senda de una gestión eficaz basada en el trabajo, en el rigor y un control de los gastos; y el desarrollo de grandes proyectos que ya están muy avanzados”, ha añadido el presidente en funciones de ACOR. En este sentido, Medrano ha adelantado que hay pendiente un proyecto para la implantación de una planta de biomasa con una inversión “a coste cero para la cooperativa y que reportarán grandes ahorros” gracias a la negociación con la Junta de Castilla y León y una empresa especializada, sobre el que hay que tomar una decisión inmediata.
En esta línea, Medrano se ha reafirmado en su compromiso de dar retornos o complementos de precio a la remolacha, en el mismo momento en que la situación de beneficios, y este plazo podría ser breve si se mantiene la línea de ajustes y de eficiencia.
Durante las últimas semanas, en las que Medrano ha tenido la oportunidad de tener un contacto directo con los socios junto al resto de su equipo que le acompañan en la candidatura. “Tenemos buenas sensaciones. El socio demandaba información y cuando hemos explicado las decisiones lo han entendido, respalda mayoritariamente la gestión y quiere que termine el ruido”, ha subrayado.
Una de las decisiones sobre la que más se han interesado los socios ha sido la venta de la planta fotovoltaica de Tordesillas. Según ha detallado en los distintos actos informativos, las inversiones cuestionables puestas en marcha durante la anterior etapa, junto a la multa de Hacienda (data de 1997 y fue firme en 2011, lo que duplicó su importe por los intereses y la financiación) provocaron un sobreendeudamiento y endurecimiento de las condiciones de crédito. Ante esta situación, el Consejo Rector buscó alternativas como la refinanciación o la venta de otros activos (explotación de Rumanía o terrenos de la antigua azucarera de Valladolid), pero ninguno era suficiente para cubrir las necesidades de ese momento. “La planta fotovoltaica se vendió a un buen precio y el dinero ingresado nos permitió cumplir con el pago de la remolacha a los agricultores y cubrir pérdidas de años anteriores”, ha detallado. “Fue una decisión dura, pero ha resultado clave para el reflote financiero y económico de ACOR”, ha añadido.
“Los que ahora dicen que teníamos que haber vendido los terrenos de Valladolid o Rumanía (el candidato Jesús Posadas) les devuelvo la pregunta. ¿Por qué no lo vendieron antes, si la azucarera de la carretera de cabezón está cerrada desde 2006? ¿Quién nos mandó invertir en esas tierras lejanas? Lo tienen que explicar”, ha interrogado.