Escribano (oreja y ovación), Del Álamo (2 orejas) y Román (ovación y dos orejas) dieron una gran dimensión de toreo ante un corridón de toros de Garcigrande-Domingo Hernández. Toros con trapío, (cinco cinqueños y un cuatreño) válidos perfectamente para plazas de primera. En mayor o menor medida todos fueron aplaudidos de salida y varios en el arrastre. Al sexto se le dio la vuelta al ruedo.
Arrancó con lluvia la feria de Tordesillas, que el pasado domingo celebraba el concurso de cortes. Ayer se anunciaba una corrida de toros de impresionante trapío, cara y arrobas. Y hoy se cierra el ciclo con una de rejones. Vamos con el corridón de toros de ayer.
Manuel Escribano abrió festejo con un serio Garcigrande de buenas hechuras que cumplió en el caballo. Clavó rehiletes con facilidad y llegando al temndido. El sevillano estuvo muy firme con él, sacándole series por ambos pitones. Destacar una serie de mano baja con la zurda que fue aclamada por el público que en media plaza acudió al coqueto tordesillano. Estoconazo en el hoyo de las agujas. Oreja con fuerte petición. A nuestro juicio mereció el segundo premio.
Con largas cambiadas saludó Escribano al serio cuarto de la tarde, al que recibió en el platillo con pases cambiados por la espalda. Cumplió el Garcigrande en el jaco. Toro noble en la muleta que, sin humillar por completo, se dejó torear con emoción hasta que fue perdiendo carbón. Mató de media trasera y tendida y varios golpes de cruceta. Sonó un aviso y el de Gerena saludó una ovación.
Un toro de Domingo Hernández fue el segundo para Juan del Álamo que hizo un buen recibo capotero. Tomó dos puyazos y en la muleta fue manejable, pero embestía sin clase. La clase y la actitud la puso el diestro salmantino que apodera Javier Valverde. Fueron series de derechazos muy largos y bien ejecutados. Finiquitó a su oponente de estocada atravesada tras pinchar. El público pidió con fuerza la oreja que el palco concedió.
Del Álamo recibió al serio quinto y estuvo muy entonado tirando de oficio y recursos con la franela a un toro exigente de Garcigrande. Estuvo francamente bien el salmantino que remató la faena con una gran estocada, volviendo a pasear otra oreja acompañado de su hijo.
Román completaba la terna y sorteó un toro fuerte -el tercero- y serio de Domingo Hernández que fue deslucido, al que planteó una faena de entrega y exponiendo. La estocada caída enfrió al público que seguía refugiado entre paraguas. Salió al tercio a saludar tras petición de oreja.
Cerró festejo un toro con trapío para ir a cualquier feria torista. Y además fue bravo en todos los tercios. Román, diestro que apodera Manuel Martínez Erice, aprovechó por completo las embestidas que le regalaba el buen toro de Garcigrande para ligar tandas llenas de emoción y torería. El colofón llegó con una estocada arriba con premio de dos orejas. El pañuelo azul asomó por el palco y al gran toro se le dio la vuelta al ruedo.
Juan del Álamo y Román salieron en volandas del coso tordesillano.
La banda municipal de música, que dirige el maestro Pepo Núñez, sonó de auténtica maravilla durante el festejo, culminando con “Llegó la Peña” coreada por el público asistente.
P.D. Mi amigo Javi Martín me asistió protegiéndome de la lluvia con el paraguas mientras grababa el festejo para Grana y Oro. Habrá reportaje en el próximo programa.