El alcalde de Castroverde de Cerrato, Gaudencio González, ha dimitido de su cargo político como alcalde de esta pequeña localidad vallisoletana tras más de dos años de tensa situación de convivencia con los vecinos del municipio que apenas supera los 150 habitantes.
Todo comenzó hace dos años, en la fiesta de la cosecha que se celebra por agosto en Castroverde de Cerrato y desde que el alcalde del municipio no permitiese colocar unos adornos de ganchillo tejidos por las vecinas del municipio en la carretera principal. La tensa situación que se produjo desde entonces y el enfado de algunos vecinos han minado la moral del político que ayer finalmente dejó el cargo tras haber sido elegido por mayoría en las últimas elecciones municipales.
Asimismo, el regidor ha rehusado hacer más declaraciones a los medios para "no echar más leña al fuego", asegura que solo quiere tranquilidad y deja el pueblo en manos de su sucesora política, Mercedes Díez.