A sus 56 años, Ignacio Ayuso suma 31 en la Policía Municipal de Valladolid. El murciano de nacimiento y vallisoletano de adopción recibió el pasado viernes la medalla al mérito blanco de la Policía Nacional en el acto que se celebró el pasado viernes en la Plaza Mayor de la capital del Pisuerga.
Charlamos con el inspector de la Policía Local sobre esta condecoración y conocemos el lado más humano de un hombre que forma parte de una familia de 12 hermanos, siete varones y cinco mujeres que firma una trayectoria impoluta marcada por el éxito y el buen hacer.
Pregunta. ¿Cómo vivió el viernes esa condecoración que le brindaron en el Día de la Policía?
Respuesta. Con mucha emoción y mucho orgullo porque pasas a formar parte de la Hermandad de Cruz al Mérito Blanco de la Policía Nacional y con ellos tengo muy buena relación. No solo buena relación profesional sino que dentro de la Policía Nacional tengo muchos y grandes amigos.
P. Todo por una brillante labor que también se ensalzó el jueves cuando se presentó esa Operación que acababa con cinco detenidos y una persona investigada en el caso de la Banda del BMW. La Policía Nacional les citó por su brillante labor.
R. Sí. Citaron a la Policía Municipal. La buena relación que tenemos ahora con la Policía Nacional hace que cuenten mucho con nosotros en sus investigaciones y han tenido a bien nombrarnos. No es una labor mía, es una labor conjunta de todos los policías que están conmigo en la plantilla.
P. La medalla también al final es un premio conjunto, aunque haya recaído en su persona.
R. Sí, la medalla me la dan a mí pero es un mérito de toda la plantilla. No quiero decir que no sea mérito mío porque sería falsa modestia pero sí que es compartido con todos mis compañeros.
P. Ya ha recibido unas cuantas medallas.
R. He recibido una medalla a la constancia de la Policía Municipal, una de educación vial a nivel nacional. Recibí también la medalla al mérito blanco de la Guardia Civil y ahora la de la Policía Nacional.
P. Un acto precioso el del viernes
R. Fue un acto precioso que estuvo a punto de suspenderse por la lluvia pero el tiempo finalmente nos respetó durante la franja de tiempo que duró el acto. Creo que los huevos que muchos llevaron a las Clarisas hicieron su efecto (risas). También me gustaría citar el homenaje a los caídos y al compañero herido en línea de servicio.
P. ¿Qué recuerda con más cariño?
R. Sobre todo el momento en el que me nombran en la Plaza Mayor y salgo con tanto público es un momento muy emocionante. Es una medalla que se entrega todos los años pero éste era especial porque se hacía en Valladolid.
P. De subinspector a inspector. ¿Le respetan ahora más en el cuerpo subiendo de peldaño?
R. Siempre he sido muy mandón pero con respeto. Por todas las escalas que he pasado siempre se me ha respetado e intento tratar con respeto a mis compañeros. Tengo un reconocimiento recíproco por parte de la plantilla.
P. ¿Cómo alterna su trabajo con la familia?
R. Cuando formamos la familia con una mujer o con un hombre saben que se casan con un policía. El que no lo sabe o la que no lo sabe termina por adaptarse. Nuestras parejas saben que tenemos nuestros horarios que son particulares, esta posible disponibilidad y dependiendo de la unidad en la que estés unos turnos más o menos complicados.
P. Seguro que más de una vez ha tenido que cambiar algún plan personal por el trabajo…
R. Todo el que es policía, periodista, etc. sabe que hay veces que hemos tenido que faltar a un evento a un cumpleaños o incluso a eventos más importantes como bodas, bautizos o comuniones y no hemos podido asistir porque teníamos que afrontar alguna cuestión laboral.
P. ¿Cómo es el inspector Ayuso cuando se quita su uniforme de trabajo?
R. A un policía le cuesta mucho quitarse el uniforme. Cuando lo hago sigo teniendo la mentalidad de policía. Lo que exijo, con la norma, intento seguirlo yo también.
P. ¿Qué le llena fuera del trabajo? ¿Con qué se siente feliz?
R. Me gusta mucho disfrutar de la familia, salir y estar con ellos. Disfrutar de ellos ya que son pocas las horas que puedo pasar con ellos. Cuando consigo pasar tiempo con ellos lo disfruto al máximo.
P. Un acto con la familia que recuerde con especial cariño.
R. Tengo una familia muy grande, de doce hermanos. He vivido muchas bodas, bautizos, comuniones y no podría citarte una. Mis hermanas, tres de ellas, han venido de Murcia para estar conmigo en la entrega de la medalla. Eso lo recuerdo con especial cariño. Este año he sufrido también el fallecimiento de mi madre que fue en mayo y lo tengo en el recuerdo.
P. Su trabajo es vocacional. Hay que amarlo para ejercerlo.
R. Hay policías vocacionales y el que no lo es termina por convertirse. Es un trabajo que te envuelve mucho. O te hacer a él o mueres en el intento. Te tienes que involucrar. Es lo que te decía antes. Cuando te quitas el uniforme y sales a la calle sigues diciendo: “Esto está bien o esto está mal”.
P. ¿Cómo han sido, como policía, los meses de pandemia?
R. Ha sido una época difícil y distinta al ver las calles vacías. El pasar la Semana Santa, el que llegue un Viernes Santo que tendrías que estar dándolo todo y no ha sido así, es raro.
Ha habido momentos buenos durante el confinamiento de ver la solidaridad de la gente o los cumpleaños a los que acudíamos que tuvieron una muy buena acogida.
P. ¿Va mucho a Murcia?
R. Siempre que puedo voy. Es muy especial para mí.