No se habla de otra cosa. El Gobierno de Gran Bretaña busca a la desesperada una solución para la crisis de la gasolina en Reino Unido. Incluso se ha llegado a pensar que miles de camioneros jubilados vuelvan a la actividad para abastecer las gasolineras, además la preocupación se extiende a otros sectores como el ganadero. Y es que la escasez de camioneros en el país británico llama tanto la atención que amenaza a la distribución en el país, no solo de productos alimenticios, también de combustibles y materia prima. El Brexit les comienza a pasar factura.
Paulino Alonso es un empresario vallisoletano, propietario de Transpacar, con más de tres décadas en el oficio y que es buen conocedor de lo que ocurre con el transporte en Reino Unido, ya que su empresa realiza “uno o dos viajes a la semana” a las islas para transportar material relacionado con el sector del automóvil, en concreto a la zona de Birmingham, donde llevan más de diez años.
De momento, la falta de camioneros no está afectando a su día a día. Aunque Alonso tiene claro que “las cosas las hacemos complicadas nosotros”. “Tenemos problemas, pero los problemas que se pagan no lo son”, apunta. Afirma que desde que han comenzado el caos en Gran Bretaña ha comunicado a sus clientes que el transporte será “en abierto”. Es decir, no cobrarán hasta que no acabe el viaje, “dependiendo del tiempo empleado (o perdido) y cómo acabe el viaje, así te voy a cobrar, y el que no ha aceptado pues hemos dejado de trabajar con ellos”, afirma tajante e insiste en que “no hay mal viaje, sino viaje mal pagado”. “Si te cobran más por todo, pues cóbraselo al cliente, es tan simple como esto”.
Faltan conductores
El vallisoletano señala que el problema de Inglaterra es que “faltan conductores”, aunque es cierto que hay que ser “muy escrupuloso” en las islas, ya que te pueden sancionar por pequeños detalles como una rueda mordida, por ejemplo. “Son muy milimetrados”, apunta.
Sin embargo, este vallisoletano es autocritico con su sector: “Nos quejamos mucho de que el transporte no ganamos dinero, pero los que decimos esto somos los transportistas que tragamos con muchas cosas. Prefiero que me den un viaje bien pagado a diez mal pagados”. El propietario de Transpacar cree que la mentalidad de los jóvenes ha cambiado. “Si hay jóvenes de 25 años sin carnet, ¿cómo les va a gustar montarse en un camión?”.
¿Podría llegar esta situación a España? Alonso cree de primeras que no. “Nosotros pertenecemos a Europa, no tenemos Brexit, si no pueden los camiones españoles lo harán los polacos, búlgaros o los que sean. A unos precios más bajos, pero sin perder dinero porque su coste es más bajo”.
Así es un viaje a Gran Bretaña
Se realiza la carga en Valladolid sobre las 12 de la mañana. La empresa contratante te hace los papeles de despacho y de aduana, en este caso en Burgos. Viajas al puerto desde donde vayas a salir, “con cuidado de que no se metan inmigrantes”. Allí se cumplimenta un protocolo de actuación y llegas a tu puerto. “Si lo calculas bien puedes hacer la parada del tacógrafo antes de embarcar y haces el descanso en el camarote. A la mañana siguiente, sales, te dan los papeles y te vas a la fábrica”. Un camión que sale un viernes puede estar de regreso en Valladolid el miércoles.
Alonso afirma que su caso es particular “si no me da dinero no lo hago”, pero es que hay otros compañeros que están sufriendo mucho, y tienes que pensar de otra manera. “Yo me baso en lo de siempre, ¿estamos peor?, si no lo cobramos, sí. Si lo cobramos estamos igual”.