Lo que empezó siendo como una idea más del ‘Modulo de respeto’, un programa de tratamiento penitenciario basado en el compromiso del interno de ocupar todo su tiempo libre en diferentes actividades, se acaba de convertir ‘Desde el páramo’, una revista cuyo número uno acaba de ver la luz y que pretende convertirse en una ventana para mostrar a la sociedad la vida diaria del centro penitenciario de Villanubla (Valladolid) y acabar con los estereotipos que rodean a la convivencia entre rejas.
Primero fueron algunos experimentos a base de fotocopias, pero después, gracias a la incorporación de dos voluntarios, Julio Martínez, de la editorial Fuente de la Fama, y del maquetista Ramón Abril, de RQR Comunicación, salió a la luz un número cero dedicado al confinamiento y en el que, según destaca Julio Martínez, la población reclusa, al igual que los escolares, ha sido un ejemplo de ciudadanía, “dado que ellos han tenido que estar encerrados por partida doble”.
Martínez, integrado en el consejo de redacción, asegura que su mayor sorpresa fue comprobar la cantidad y la enorme calidad de los textos de los internos en temas como el entrenamiento físico, rutas de turismo o enología pero, sobre todo, a la hora de narrar su experiencias personales. Además, también se muestra encantado por la cantidad de aportaciones de los funcionarios.
En el primer número, dedicado al tratamiento que reciben los internos con el objetivo de buscar su reinserción y su camino hasta el Centro de Inserción Social ‘Máximo Casado Carrera’, donde llegan los penados con tercer grado o en régimen de semilibertad, también hay espacio para un reportaje sobre una ruta por los Montes Torozos y Tierra de Campo, una sección dedicada a la nutrición y el deporte, una entrevista con una profesora en la que se analiza la vida en las aulas durante la pandemia o ‘Entre la niebla’, un cajón de sastre donde los internos analizan diversos temas.
Para Luis Miguel Pérez, uno de los internos que forman parte del consejo de redacción, lo mejor de la revista es la libertad de expresión, “ya que nos permite a todos escribir sin perjuicios ni cortapisas”. Además, también destaca que cada vez son más los internos que se animan y “nos hacen llegar sus manuscritos”, por lo que ya cuentan con un pequeño archivo de artículos que irán publicando en próximos números.
Por su parte, Carlos Blanco, director de la prisión de Villanubla, recalca que uno de los objetivos de ‘Desde el páramo’ es mostrar la realidad de la vida diaria en la cárcel y acabar con los estereotipos encasillados en la sociedad por culpa de series televisivas y películas y con el miedo de las personas que, por primera vez, tienen que entrar en una prisión a cumplir una pena.
En este sentido, Blanco también reclama más implicación a todas las instituciones para que la vida de los centros penintenciarios no esté “totalmente de espaldas” a la de su entorno. “Nosotros queremos que Valladolid conozca lo que estamos haciendo aquí para que las relaciones con la ciudad sea otra”, aseveró.
Pero puertas a dentro, según el director de la prisión, el principal logro de ‘Desde el páramo’ es ofrecer a los internos una actividad nueva y haber motivado a muchos a expresar sus opiniones.