Existen momentos, lugares, o personas que perduran en la memoria de la gente durante años, incluso para siempre. Normalmente todos estos recuerdos suelen ir ligados a la victoria o el éxito, de los demás no se acuerda nadie. Sin embargo, siempre existen casos que rompen con la regla, como el de la selección de Países Bajos de 1974, más conocida como la 'Naranja Mecánica'.
Esta fue una selección que rompió con los esquemas del fútbol, que enamoró y encandiló a todos los aficionados de la época... y no tan de la época. Miguel Ruiz (22-01-1988) es un periodista nacido en Valladolid que desde los 10 o 12 años comenzó a ver fútbol "viejuno o vintage", como dicen algunos. Miguel es un tipo afable, agradable y, sobre todo, buen comunicador. Es de esas personas con las que hablarías durante horas o, más bien, no pararías de escuchar durante horas. Todas estas carácteristicas le han llevado a escribir un libro sobre aquella histórica selección, una historia que cuenta con pelos y señales todo el contexto que rodeó a esa generación de futbolistas.
También, es una persona a la que le gusta hacer las cosas bien. Tanto, que si mencionas la palabra Holanda te corrige rápido.
La primera pregunta es obligada, ¿qué pasa si le digo Holanda?
(Se ríe) Me fastidia un poco pero no me molesta tanto como le fastidiaría a un neerlandés.
Pero, ¿qué es lo que ocurre con la disyuntiva entre Holanda y Países Bajos?
El gobierno neerlandés decidió hace dos o tres años que iba a dejar de promocionar por motivos turísticos la palabra Holanda como definición de todo un país, puesto que solo responde a dos regiones que son las que recogen a las ciudades más representativas. Esto de alguna manera encerraba cierta problemática con una gente que no era de Holanda.
Hablemos de su libro, ¿por qué eligió escribir sobre la Países Bajos de 1974?
Lo cierto es que Alberto Cosín, representante de la editorial LibroFútbol en España, me dio a elegir un poco los temas que tenían. Me dio libertad para escoger uno que no existiera dentro de un catálogo. Al ver que tenía la posibilidad de escribir sobre está generación les comenté un poco la idea por donde quería orientarlo yo y les gustó y aquí estamos, hablando de la 'Naranja Mecánica'.
¿Hace falta haber visto fútbol antiguo para entender su libro?
Para leer mi libro casi ni hace falta que te guste demasiado el fútbol. Lo que yo pretendía con mi libro era contar un contexto histórico y dar a conocer la historia de ciertos jugadores que quizás no están siempre en el mismo objetivo. Incluso cuando hablas de la Países Bajos del 74 casi siempre nos vamos a los mismos nombres: Cruyff, Neskeens, jugadores que tuvieron recorrido en España como Johnny Rep que estuvo en el Valencia... pero me parecía importante también poner el objetivo en otros futbolistas y sobre todo también el contexto que les rodeaba. El por qué de sus decisiones, el por qué de la idea futbolística de esta selección, como nace toda esa intención de Rinus Michels como seleccionador, que incluso a veces se le pone en un segundo plano por detrás del ídolo Johan Cruyff y yo creo que es interesante desde ese punto de vista contextual. Entender un poco más lo que les rodeaba, el momento histórico en el que se produce todo y también un poquito de ese picorcito del fútbol histórico de los 70 que fue tan importante para el futuro.
Hablar de fútbol sin hablar de fútbol, ¿hay que hablar siempre del contexto?
Yo creo que es importante. Para entender el fútbol histórico hay que entender lo que hay alrededor. Es muy difícil que alguien que quiera ver un partido de 1980 pueda entender lo que pasa en el campo sin entender lo que pasaba fuera. Siempre tenemos un cierto "tempo-centrismo" que nos hace creer que lo que estamos viviendo ahora es la única referencia, cuando realmente no es así, simplemente es un punto que nos ha tocado vivir. Con el fútbol pasa lo mismo, para entender porque eran así en un campo de fútbol había que entender lo que había alrededor y no solo la normativa, sino también como se habían construido según que equipos y según que ídolos. Si hablamos del Milán de Sacchi, hay que entender porqué se forma ese Milán y porqué tuvo éxito hasta que la norma del fuera de juego cambia. Yo creo que es algo fundamental para entender los procesos de ciertos equipos y ciertas maneras de jugar al fútbol.
¿Y qué puede contar de la 'Naranja Mecánica'?
Se pueden decir muchas cosas, pero lo más representativo es que es un equipo que creó un legado y creó la capacidad de hacer que la gente se sintiera atraída por su juego y su historia sin haber ganado un Mundial. Tenemos la cabeza llena de grandes hitos en la historia del fútbol. En el fútbol mundialista hay muchos representantes como la Brasil del 70 con toda la generación de Pelé, la propia España de 2010... yo creo que hay muchas selecciones que han ganado y que por eso han construido su propio imperio, ese castillo de conocimiento y de reconocimientos, sobre todo de ser símbolo. Hay muy pocas que lo hayan hecho desde la derrota, como Países Bajos.
El fútbol de esa época es muy diferente al de ahora, ¿cómo ha evolucionado?
Hay muchísimas diferencias. El fútbol es algo que sigue teniendo la misma estructura, que sigue respondiendo un poco a los mismos paradigmas, pero ha evolucionado mucho y no sólo desde el punto de vista de la normativa. Las diversas instituciones han querido convertirlo en otra cosa y en muchos casos lo han conseguido. Yo hablo mucho de cómo era el fuera de juego antes y de cómo es ahora. Desde el fútbol de mediados y finales del siglo XX y lo que es ahora ha cambiado mucho, sobre todo en cuanto a sus futbolistas, que son los que hacen que el fútbol sea como es. Ha cambiado bastante, claro, pero sigue siendo el mismo deporte que llevaba y lleva a la gente al estadio.
No solo ve fútbol antiguo, también del presente y, además, le gusta el fútbol extranjero, ¿de dónde viene esa afición?
Empecé muy pronto. La gente se va a reír, pero yo recuerdo que mi primera experiencia con el fútbol internacional fue el PC Fútbol. Yo tenía un ordenador viejo y tenía que usar un PC fútbol muy antiguo. Un juego de hace 4 o 5 años fácil. Me gustaba componer las plantillas actuales de aquel momento. Intentaba buscarles en otras ligas, en los equipos donde habían jugado y así es un poco donde se despierta mi interés por otras ligas y donde empiezo a entender que hay fútbol en otras realidades, en otros países, con otros idiomas y con otros acentos, y eso es lo que a mi me empuja un poco a contemplar otras culturas futbolísticas. Luego cuando dejo de ser un niño que juega y soy un aficionado que quiere ver y conocer, que ya se busca la vida para intentar ver ese fútbol otros países que nos está esperando ahí fuera.
¿Tiene algún ídolo en fútbol internacional?
Tengo unos cuantos. El que más me ha marcado es Julio Maldonado ‘Maldini’. Sobre todo porque admiro mucho su disposición a satisfacer su afición cuando era muy difícil ver fútbol internacional. Él se intercambiaba vídeos con gente del extranjero vía correo ordinario. Me parece que él es quizás mi referente más importante, pero hay muchos. Axel Torres me encanta como comunica, o Fernando Evangelio, al que llevo escuchando prácticamente toda mi vida y ha hecho el prólogo del libro, es una persona a la que admiro profundamente porque ha sabido comunicar el fútbol internacional en tiempos en los que quizás no se hacía tanto, de una forma cercana y amena.
Usted entraría dentro de la famosa definición de 'panenkita', ¿qué opina al respecto?
Pues todo viene de un periodista que lo quiso utilizar despectivamente o peyorativamente y la verdad es que yo me siento muy honrado de que me llamen ‘panenkita’. Viene de intentar utilizar el nombre de un futbolista y de una revista que está creando una escuela preciosa que abre esa ventana del fútbol histórico e internacional a gente de a pie que quizá no se hubiera acercado jamás. El término está construido de una manera y al final se ha respondido de otra. Ha creado cierta tendencia a que la gente se siente orgullosa de que la llamen 'panenkita' porque eso significa saber un poco más, ir un poco más lejos, tener una línea, una referencia y un horizonte más lejanos de los que suelen ser comunes en mucha parte del periodismo que existe ahora mismo.
Por último, ¿cómo vendería su libro?
Yo diría que es un libro que habla de algo más que de fútbol. Principalmente porque creo el fútbol no es sólo fútbol, no sólo es el 4-4-2, el 4-3-3 o cómo se enfrentan dos equipos, sino que es todo un ecosistema de historias que conviven juntas y que muchas veces no salen a la luz. Yo lo que he pretendido es darle esa luz, encender el flexo y que la gente pueda disfrutar de lo que fue esa generación y lo que significó para muchas personas durante bastante tiempo. Es un libro orientado a cualquiera, a quien quiera recordar y a quien quiera crear nuevos recuerdos. Es apto para todos los públicos, pero eso sí, es un libro futbolero, un libro que busca ahondar en el porqué de las cosas y espero que quien lo lea disfrute con esa búsqueda.