“Estoy muy satisfecho de poder ayudar a los demás. Creo que todo el mundo debería de colaborar en algo, cada uno en lo que considere que ayuda porque pienso que ayudar a alguien es la mayor satisfacción que tiene el ser humano”, asegura Jesús Enrique Barredo Moreno.
A sus 34 años, este vallisoletano que siempre ha vivido en Mojados protagonizó el pasado jueves 30 de septiembre, en su pueblo, un pregón de las Fiestas en Honor a Nuestra Señora del Rosario muy especial ya que acabó pidiendo matrimonio a su novia Beatriz en una boda que se celebrará en marzo.
Jesús suma 13 años dentro de la Guardia Civil, es en la actualidad el presidente de la Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Mojados, y sufrió un aparatoso accidente de tráfico cuando estaba destinado en Barajas que a punto estuvo de tornarse en desgracia.
Un aparatoso accidente
“No me acuerdo de nada. Solo de que venía de Barajas e iba a Mojados y en San Rafael, con mi coche, sufrí una primera colisión frontolateral con un camión que circulaba correctamente por la carretera y después con otro que venía detrás”, asegura nuestro entrevistado.
El accidente se produjo el pasado 18 de octubre del año 2012 y a punto estuvo de acabar con la vida del vallisoletano. Él salía de trabajar, cuando se encontraba destinado en Barajas dentro de la Guardia Civil, y regresaba cada día a Mojados pero esa fatídica jornada acabó en la UCI del Hospital General de Segovia.
“Cuando desperté, allí estaba mi madre. Me dijo: “No te asustes, has sufrido un accidente de tráfico y estás en la Unidad de Cuidados Intensivos. Han pasado tres días desde que se produjo el siniestro””, afirma.
Por suerte no arrastra secuelas tras el aparatoso suceso y puede hacer cualquier tipo de deporte y esfuerzo físico. Se rompió el peroné de la pierna izquierda y sufrió la fisura de la tercera costilla del tórax pero no tuvo que ser operado. Solo realizar una rehabilitación para recuperar la capacidad respiratoria.
13 años como Guardia Civil
Jesús es sietemesino y pesó solamente un kilo y medio. Tenía prisa por hacer cosas y cumplir sueños. Uno de ellos, formar parte de la Guardia Civil. En el año 2008 se prematriculó para la Universidad aunque no la pisó. Tras meses de estudio de las oposiciones se examinó en León y aprobó.
“Siempre me ha llamado ayudar a los demás. Creo que mi función dentro de la Guardia Civil es esa. Ayudar, eso sí, educando. Comencé mi carrera militar en Baeza y mi primer destino, eventual, fue en Navalmanzano (Segovia) antes de ir a Barajas (Madrid)”, nos explica, hablando de sus inicios en el cuerpo.
Jesús recuerda alguna de sus actuaciones, que se le quedaron grabadas. Una cogida grave en las Fiestas de Íscar, entre ellas. “Recuerdo que el toro enganchó al veterinario de la plaza. Yo le sujetaba las tripas y el intestino para que no se le salieran por el agujero que le había causado un novillo grandísimo”. Todo quedó en un susto, por suerte, y el hombre sobrevivió. Al año siguiente el corneado agradeció la actuación a nuestro protagonista que le salvó la vida tras un encuentro improvisado.
“También recuerdo la actuación en Matapozuelos con una mujer que se tomó muchas pastillas mezcladas con alcohol y estuvo inconsciente durante unos cuantos minutos. Trasladamos a esta persona al hospital para que la atendieran y unos días más tarde nos llamó para agradecernos la actuación”, confiesa.
Presidente de la Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Mojados
El pucelano es también, en la actualidad, presidente de la Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Mojados. Siempre que ha visto una ambulancia y que los demás han precisado ayuda, él ha estado ahí. Sus antecesores: José Cruz Espejo y Rita de la Cuesta Martín le enseñaron muchos de los valores que atesora en la actualidad, desde el año 2003.
Desde entonces ha dado apoyo en muchas tragedias sonadas. La que él más recuerda, y la que más le impactó, fue el accidente de tren en Villada. Un tren diurno que cubría el trayecto entre La Coruña/Vigo y Hendaya/Bilbao que descarriló en la localidad palentina el lunes 21 de agosto de 2006 cuando transportaba 426 pasajeros. Fallecieron seis personas en el acto y otra más días después en el hospital. Se registraron decenas de heridos.
“Fue el accidente que más me impactó. Ver una máquina inmensa volcada encima del andén me parecía increíble. Tuvimos que romper con los codos los cristales de los vagones para rescatar a los heridos y trasladarlos al Hospital de León”, confiesa.
El vallisoletano también estuvo en el trágico suceso de Spanair. Un vuelo doméstico regular de pasajeros entre Madrid-Barajas y Gran Canaria que sufrió un accidente a la hora de despegar y en el que murieron 154 de los 172 pasajeros. 18 consiguieron sobrevivir aquel 20 de agosto del año 2008.
“No llegamos al punto cero del accidente. Consideraron que lo mejor era que diéramos apoyo a los hospitales para acompañar a los supervivientes y a sus familiares. Estuvimos bastante tiempo con ellos y por la tarde nos trasladaron a Ifema. Me impactó ver las bolsas negras colocadas para entregar los cuerpos, por orden, a las familias”, añade Jesús.
El vallisoletano no duda en afirmar que la vida le volvió a colocar unos años más tarde en Barajas por algo, destinado por la Guardia Civil. “Cuando volví, me venían a la cabeza muchas cosas. Fue como que la vida me volvía a colocar en un lugar en el que había vivido algo inolvidable”, añade.
Una pedida de mano muy especial
El reloj marcaba las 21.00 horas el pasado 30 de septiembre cuando Jesús ofrecía el pregón de las Fiestas en Honor a Nuestra Señora del Rosario, en Mojados, la que es su casa y deleitaba a los asistentes con una sorpresa única.
“Tenía pensado pedir matrimonio a Beatriz ese día. Se me ocurrió que lo mejor era ese momento porque iban a estar las dos familias juntas que habían venido a ver el pregón. Era el momento perfecto para darles la noticia”, confiesa Jesús.
Llamó a subir a la que será su esposa que, como no podía ser de otra forma, dio el sí. Los preparativos del enlace ya están en marcha y es que se casan en marzo del año que viene. A Jesús le toca ahora visitar restaurantes y probarse muchos trajes. “Si ya tenía pocas cosas, ahora más”, añade un hombre dedicado a los demás que vivirá el día más especial de su vida dentro de unos meses.