La Consejería de Fomento y Medio Ambiente, a través de Somacyl, ha sacado a licitación las obras para la construcción de una red de calor con biomasa forestal para dar servicio a varios edificios de la zona sur de Medina del Campo, entre los que destacan la piscina climatizada municipal y el hospital comarcal. El presupuesto de licitación asciende a 1.520.006 euros, más IVA, y el plazo de ejecución será de ocho meses.
Los edificios a los que dará la nueva red atienden actualmente sus necesidades térmicas mediante calderas individuales de gas natural y gasóleo, algunas de las cuales se encuentran en el final de su vida útil. La actuación será ejecutada y gestionada por la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.
Las principales ventajas de esta red de calor con biomasa es que se dispondrá de un sistema centralizado de suministro de energía térmica renovable del que podrán beneficiarse todos los edificios de la zona y se sustituirá el uso de energías fósiles por una energía renovable, sostenible y autóctona. De esta manera contribuirá a generar empleo en entornos rurales, disminuye la dependencia energética de la región y reduce sustancialmente el peligro de incendios forestales en nuestros montes.
Además, se reducirán las emisiones de CO2 en el municipio, disminuyendo la huella de carbono y contribuyendo a su transición ecológica, y también se digitalizará y telegestionará la demanda de energía térmica de los edificios que se conecten al sistema, los cuales lograran además mejorar su calificación energética.
Descripción técnica
La central de producción de energía se ubicará en una parcela situada en la calle Antonio de Villegas y la superficie construida asciende a 463,65 m2, divididos en una zona de almacenamiento de combustible y otra zona de producción de calor. La potencia instalada será de 2.985 kW térmicos mediante tres calderas de biomasa con tecnología de parrilla móvil, de 995 KW cada una.
El combustible que utilizará será la astilla forestal G-100, con un consumo previsto anual de 1.040 toneladas y un volumen de acumulación del depósito de inercia de 40.000 litros. La red de calor tendrá una tubería de acero calorifugado enterrada, con una longitud total de 1,1 km.
Asimismo, para el control y telegestión, la instalación contará con un puesto central de control que comunica, mediante una nueva línea de fibra óptica, con las subestaciones de intercambio térmico que se ubicarán en cada uno de los edificios conectados a la red.