El histórico Puente Colgante se someterá a una rehabilitación integral, según el proyecto adjudicado hoy en la Junta de Gobierno a la empresa Ingenieria y Desarrollo Sostenible Siglo XXI S.L. El Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado por 33.880 euros el expediente de contratación del servicio de redacción de anteproyecto, redacción de proyecto y de asistencia técnica a la dirección de las obras que mejorarán de forma sustancial el segundo puente que unió a finales del siglo XIX las dos orillas del Pisuerga.
El proyecto, considerando la complejidad de los trabajos a abordar, se ejecutará durante tres ejercicios, estando prevista la entrega y finalización en el año 2023. Luis Vélez, concejal de Movilidad y Espacio Urbano, ha justificado este contrato en “la necesidad de conservar en buen estado uno de los puentes más importantes de la ciudad; tiene pendiente una rehabilitación integral porque hasta la fecha se habían realizado reparaciones puntuales”.
El conjunto de las actuaciones de rehabilitación y las diferentes alternativas de tratamiento al tablero, deberán estar perfectamente definidas y valoradas, a fin de que el documento pueda ser sometido al examen y aprobación de la Comisión Territorial del Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León.
Un puente histórico que no cambiará de aspecto
Se tendrán en cuenta criterios de accesibilidad universal, diseño para todos, sostenibilidad y protección ambiental y estricta protección patrimonial del bien catalogado sobre el que se pretende intervenir.
En el documento también se incluirán la definición de las obras de urbanización necesarias para completar la peatonalización total del puente, en concreto las necesarias tanto en su margen derecha, hasta la intersección con la avenida de Salamanca, como en su margen izquierda hasta el paseo del Cid.
El “Puente Colgante”, también conocido como Puente de Prado, es un puente sobre el río Pisuerga en la ciudad de Valladolid, sobre la calle a la que da nombre y uniendo la avenida de Salamanca con el Paseo de Zorrilla.