Los forenses dan su versión en el juicio por el Crimen de la Circular

Los forenses dan su versión en el juicio por el Crimen de la Circular

Valladolid

Crimen de la Circular | Los forenses califican de "etiología homicida" la muerte de la víctima

Los médicos forenses han prestado declaración en la mañana de este martes, en la sexta sesión del juicio por el Crimen de la Circular

9 noviembre, 2021 14:14

Después del testimonio del Jefe de Brigada de Homicidios de la Policía Nacional y tras un receso, a las 13.10 horas se ha producido en la Audiencia Provincial de Valladolid el testimonio de los dos médicos forenses que se han ratificado en los informes tras la muerte de María A.

“El cadáver se encontraba boca arriba, con la cabeza ladeada ligeramente a la izquierda y con una cinta que le envolvía la boca, hasta la base de la nariz. Con cinta americana en la mano izquierda y vestida con ropa de estar por casa”, ha confirmado uno de los forenses.

Los médicos forenses que examinaron el cuerpo de la víctima, de 73 años, y que falleció en octubre de 2018 tras ser víctima de un robo califican de “etiología homicida” la muerte de la titular de la vivienda debido, por una parte a los golpes recibidos y por otra a las dificultades respiratorias provocadas por la cinta americana usada por los autores para amordazarla.

Los dos profesionales, en declaraciones ante el Ministerio Fiscal, han asegurado que la pericial forense aportada registra 13 lesiones, de las cuales ocho se produjeron, según su declaración, antes de fallecer y el resto después del fallecimiento o incluso que podían ser anteriores.

La muerte, sobre las 15.00 horas

Los profesionales han informado que el fallecimiento se produjo por una insuficiencia cardiaca por el estrés físico y psíquico sufrido por María A. tras ser golpeada y también debido a las dificultades respiratorias provocadas por la cinta que cubría su boca y parcialmente las fosas nasales.

Los expertos, en una declaración que ha durado menos de una hora, han fijado la muerte de la víctima sobre las 15.00 horas del 17 de octubre de 2018.

ADN de Antón y los dos Gabriel 

En la jornada de tarde, dos agentes de la Policía Nacional que efectuaron el análisis de ADN en el escenario de los hechos han situado en el mismo a tres de los seis encausados, Antón A.M, Gabriel E.K. y Gabriel M.K, a tenor del perfil genético del primero localizado en la superficie de la cinta americana usada para maniatar y amordazar a la anciana, los restos del segundo en una mancha de sangre hallada en la palma de la mano izquierda de la víctima y en una caja de cartón y los del tercero, exclusivamente, dejados en la referida caja.

En el inmueble, por contra, no aparecieron huellas ni perfil genético de los otros tres acusados, Rubén A.R, Emil A.M. y Arso A.I.

También han comparecido dos expertas del Servicio de Histopatología que, en una pericial de escasa relevancia, han testificado para confirmar que la víctima presentaba una severa hipertrofia cardiaca, como demuestran los cerca de 800 gramos que pesaba dicho órgano--supone una "patología crónica importante"--, que nada tiene que ver con su muerte.

El proceso trata de dirimir si el empresario protésico dental Rubén A.R, presunto cabecilla, se concertó con Arso A.I. para, con el apoyo de los también búlgaros Emil A.M, Antón A.M, Gabriel E.K. y Gabriel M.K, perpetrar un robo en una vivienda de la Plaza Circular que ocupaba María A, de 73 años, para apoderarse de importantes cantidades de dinero y joyas que, a través de un informante no identificado, sabían que guardaba en una caja fuerte.

El robo, sin embargo, se complicó y tres de los autores materiales del asalto acabaron con la vida de la anciana--falleció a causa de una insuficiencia cardiaca--tras golpearla brutalmente y dejarla maniatada y amordazada al abandonar de forma precipitada el inmueble, sin que obtuvieran más que unos anillos que arrebataron a la víctima.

La fiscal del caso y un hijo de la víctima entienden que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato, robo con violencia en casa habitada, detención ilegal y pertenencia a grupo criminal, con una petición global en el primer caso de 31 años de cárcel y en el segundo de 38 años, a sustituir por prisión permanente revisable, mientras que otra de las hijas de la anciana entiende que la muerte de ésta se encuadra en un homicidio y por eso solicita 21 años de privación de libertad.

De los seis acusados, tan solo Antón A.M. y Gabriel E.K. han confesado su participación en el robo. La defensa del primero solicita un año por robo en casa habitada en grado de tentativa, pero el letrado del segundo mantiene la absolución al haber impugnado, por inconstitucionales, las imágenes recogidas en cámaras de seguridad del entorno de la vivienda de la víctima y, alternativamente, pide una condena por delito de robo en grado de tentativa y lesiones en concurso con un homicidio imprudente.