Fuente: Dicyt 

Un equipo de investigadores de la Universidad de Valladolid (UVa) ha determinado que los polimorfismos CNR1 e INSIG2 se relacionan con el aumento de peso inducido por la toma de antipsicóticos, un efecto secundario que se produce frecuentemente en estos pacientes y que tiene importantes implicaciones clínicas. El trabajo se ha publicado recientemente en la revista ‘Scientific Reports’.

Tal y como detalla a DiCYT Natalia Jimeno, investigadora de la UVa y primera autora del trabajo junto con Verónica Velasco, los antipsicóticos o neurolépticos “son un grupo de medicamentos que se utilizan para tratar las psicosis, un grupo de enfermedad mentales que incluyen las esquizofrenias”. En estos trastornos se presentan a menudo síntomas como alucinaciones -por ejemplo, percibir sonidos que no existen realmente- y delirios -ideas de las que la persona está totalmente convencido, que no corresponden a la realidad-. Además, actualmente se utilizan también con otras indicaciones tanto de tipo psiquiátrico como de otras áreas de la medicina.



El aumento de peso en estos pacientes, apunta Jimeno, “es una reacción adversa o indeseada que, aunque es conocida ya con los antipsicóticos más antiguos, se presenta sobre todo con los antipsicóticos más recientes, también llamados de segunda generación”.

Estudios previos muestran que es más común e intensa en hombres, personas jóvenes y aquellas que no han tomado esta medicación previamente. También se conoce que el riesgo de producir aumento de peso varía en función del tipo de antipsicóticos. Por ejemplo, es mayor con la olanzapina y la risperidona, y menor con el aripiprazol o la quetiapina.

“El aumento de peso es importante en la clínica por varios motivos”, señala la investigadora. “En primer lugar, porque puede conducir a un sobrepeso o incluso a obesidad, lo cual es un factor de riesgo de otros problemas de salud –como hipertensión arterial, accidentes cardiovasculares o cerebrovasculares, etc.-, y puede acompañar a otras manifestaciones constituyendo el llamado síndrome metabólico. Además puede dar lugar a una baja adherencia terapéutica, es decir, un mal cumplimiento de la medicación prescrita”, recalca.

¿Qué factores genéticos y ambientales pueden explicar este aumento?



Dentro de sus líneas de investigación, el Centro de Estudios para la Seguridad de los Medicamentos (CESME) de la UVa analiza las reacciones adversas o nocivas producidas por estos medicamentos, los antipsicóticos, y específicamente el aumento de peso, con el objetivo de determinar los factores genéticos y ambientales que pueden explicarlo.

En este marco, plantearon un estudio de seguimiento observacional en el que incluyeron una muestra de personas mayores de 14 años que habían iniciado tratamiento con cualquier antipsicótico y presentaban un Índice de Masa Corporal (IMC) menor de 35 kg/m2.

Los investigadores aplicaron un cuestionario estructurado al inicio del estudio, a los tres y a los seis meses, para registrar datos sociodemográficos -edad, sexo, educación, situación laboral-; presencia o ausencia de enfermedades metabólicas; antecedentes psiquiátricos -diagnósticos, tipo de diagnóstico (psicótico/trastorno no psicótico), número de diagnósticos psiquiátricos-; consumo de sustancias (consumo de alcohol, tabaquismo); uso de medicamentos (para los antipsicóticos: tipo de fármaco, número y dosis de clorpromazina equivalencia); variables antropométricas (altura, peso corporal e IMC; factor de actividad para evaluar la actividad física, y el índice de Charlson para valorar la comorbilidad (la presencia de otras enfermedades).

Por otro lado, el equipo obtuvo una muestra de sangre para realizar un estudio de genes relevantes asociados con el aumento de peso inducido por antipsicóticos, genes y polimorfismos que ya habían sido recogidos previamente en la literatura científica.

Hacia una medicina personalizada

El equipo ha identificado un polimorfismo del gen CNR1 (o receptor cannabinoide 1) como factor de riesgo, y otro polimorfismo del gen INSIG2 (gen inducido por la insulina 2) como factor protector del aumento de peso asociado a los antipsicóticos en la muestra estudiada.

“Estos polimorfismos no se habían identificado previamente en una muestra de este tipo y sugieren la afectación de los mecanismos de ingesta de comida y degradación de la misma, en concreto, la lipogénesis -el proceso que implica la síntesis de ácidos grasos o de triglicéridos-”, subraya Natalia Jimeno.

Estos datos tienen una implicación clínica relevante en la actual medicina personalizada, en la cual el conocimiento de factores de riesgo de una determinada enfermedad o de una determinada respuesta a un medicamento permitirá un tratamiento más adecuado a cada persona.

“Otro aspecto relevante de nuestro trabajo es que las personas incluidas en la muestra habían iniciado el tratamiento con los medicamentos estudiados, a diferencia de otros trabajos, en los que las personas toman el medicamento desde hace varios meses o años”, indica la investigadora de la UVa.

Además, tener en cuenta datos sobre la ingesta de alimentos y la actividad física permitirá también conocer estos aspectos y, en el futuro, médicos, personal de enfermería y nutricionistas podrán realizar recomendaciones de hábitos de vida y nutricionales no solo con intención terapéutica, sino también preventiva del aumento de peso en estos pacientes.

 

El estudio ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad de Valladolid (UVA) en el Centro de Estudios sobre la Seguridad de los Medicamentos (CESME), el Grupo de Investigación en Farmacogenética, Genética del Cáncer, Polimorfismos Genéticos y Farmacoepidemiología, el Grupo de Investigación en Cuidados Enfermeros, el Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM, centro mixto UVa-CSIC) y la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC).