Un cine de película
Charlamos con los hermanos García Calvo, propietarios del Cine Avenida de Pedrajas de San Esteban que suma más de 79 años de vida y que esconde un abanico de anécdotas e historias detrás de butacas para el recuerdo
18 noviembre, 2021 07:57El cine. El séptimo arte. Ese capaz de transportarte durante un par de horas a una realidad paralela. De hacer que te sumerjas en una historia de dibujos animados o que te introduzcas en el cuerpo de cualquier personaje. Todo con la ficción y la imaginación como protagonistas y con un buen tanque de palomitas en la mano mientras disfrutas de la dulzura de un refresco.
De hacer felices a muchos con la magia de este arte sabe mucho el cine Avenida de Pedrajas de San Esteban. Ubicado en la calle de las Escuelas de la localidad vallisoletana desde hace 79 años, ni más ni menos. En la actualidad, tas pasar de generación en generación, el mando lo tienen los hermanos Juan José y Javier García Calvo, que han superado la crisis del coronavirus y luchan por sobrevivir, día tras día, en un cada vez más olvidado mundo rural.
Un décimo de lotería
La historia del Cine Avenida se empieza a escribir en el año 1942. En un primer momento el nombre original era ‘Cine Español’. El abuelo de Juan José y de Javier compró un décimo de lotería por aquel entonces que resultó agraciado y que supuso la primera “piedra” para que comenzara una larga historia de proyecciones.
“Fue un golpe de suerte. Mi abuelo consiguió un dinero tras ganar con su décimo de lotería y compró su primer proyector. Así pagó la primera letra de este objeto y fundó el cine”, nos cuenta Juan José García Calvo, nieto del que fuera el creador de este espacio mítico ya en Pedrajas de San Esteban.
La primera película que se proyectó allí, no sin polémica, fue Hilda. El párroco, como nos confiesa Javier, hermano de Juan José, no tuvo otra idea que “desaconsejar ir a verla” porque “salían escenas prohibidas o mal vistas en aquella época”. Y como no hay nada más infalible que cargar contra algo para provocar el efecto llamada las entradas se agotaron y este cine echó a rodar.
Historia de una familia unida a un cine y día a día
Tras el fallecimiento del abuelo, el cine pasa a las manos de Carmen Calvo y Luis García, artífices de que estas instalaciones sigan aún abiertas hasta que hace 15 años Juan José y Javier García cogen el testigo tras “una racha pésima para el séptimo arte en tiempos de videoclubs” y, sobre todo y en algo más importante y alarmante, “con continuas pérdidas semanales”.
“Nuestro día a día transcurre entre butacas, palomitas, equipos digitales y reparaciones a 24 fotogramas por segundo. Es un sin parar. La programación nos lleva mucho tiempo ya que las distribuidoras no siempre nos conceden estrenos y tenemos que tocar muchos palillos y jugar con fechas para poder conseguirlas”, asegura Javier.
En cuanto a la clientela, los hermanos confiesan que han tenido “altibajos” si bien es cierto que en los últimos seis años “han bajado” igual que en el resto de España. Añaden que “las plataformas digitales les habían dejado tocados” pero ahora con “la pandemia el problema se ha acrecentado”.
Sin embargo no dudan en afirmar que “son el cine de toda la Comarca de Pinares” e invitan a ciudadanos… y políticos a acudir a sus salas porque, afirman, “con el cine nos enamoramos por primera vez” o “en él dimos nuestro primer beso” y con él “nos hemos ilusionado, hemos reído y llorado” disfrutando con muchas historias.
Coronavirus y futuro
“La crisis del coronavirus ha sido muy dura. Hemos cerrado más de 15 meses que unido a todos los gastos que lleva mantener un local de estas dimensiones nos dificulta mucho que podamos mantenerlo porque los ingresos no cubren los gastos. Desde que cerramos el 9 de marzo de 2019, además de no ingresar un duro, los gastos fijos han sido de 38.000 euros”, añaden los hermanos.
El Cine Avenida sobrevive “a duras penas” gracias a la “ilusión” de estos dos amantes del séptimo arte y añaden que su negocio en una zona rural “ayuda a revitalizar el municipio” y a “fijar población” y dota a la zona de “una riqueza cultural” a tener muy en cuenta y es que la cultura es vida.
“El futuro es incierto. Necesitamos que la administración nos ayude para no cerrar. A la población en general le pedimos que apoye el cine de su comarca. Que aunque puedan ver en la televisión series muy chulas, ir al cine, que socializa y dinamiza, es muy sano”, finalizan los copropietarios de un negocio de película que busca continuar muchos años más pese a las dificultades.