De Pozal de Gallinas a Las Vegas para “campeonar”. El vallisoletano Samuel Rodríguez, nacido en Medina del Campo pero que reside en la localidad pucelana de apenas 500 habitantes, consiguió a sus 29 años proclamarse campeón del mundo de Culturismo Natural en Estados Unidos y hacerse con la tan ansiada PRO CARD que le sitúa como el primer atleta profesional de Castilla y León dentro de esta modalidad.
El pucelano lleva entrenando desde que tenía 16-17 años y es un apasionado del mundo del deporte. En 2017 se proclamó campeón de España y consiguió otro campeonato del mundo en Francia. Este año obtuvo un cuarto puesto en el Internacional de Italia en la categoría Open, un tercer puesto en el Campeonato de España y este gran logro del fin de semana que hace que pueda competir desde ya en circuitos profesionales.
P.D: El World Championships es el campeonato más importante y con mayor repercusión del mundo en la Liga de los naturales. Casi nada.
Un premio al buen trabajo
“Esta ha sido una temporada muy dura. Me he enfrentado a rivales de un nivel altísimo donde las puntuaciones se marcaban con mínimos detalles. En Italia y en España, los dos campeonatos anteriores, mi condición fue penalizada por ir demasiado seco (definido) para esta categoría. Nunca hemos cambiado el objetivo y hemos seguido mejorando para llegar en un buen estado al Mundial y ganar, como ha ocurrido”, nos confiesa, en declaraciones a este periódico, Samuel Rodríguez.
El vallisoletano añade que la experiencia en Las Vegas “ha sido lo mejor” porque “es algo que está al alcance de muy pocos”. “Estoy viviendo el sueño por el que he trabajado tantos años que es estar en la élite del culturismo natural y poder llegar a ser un referente para las nuevas generaciones”, nos cuenta.
Samuel, con su triunfo, consigue la PRO CARD, lo que es “el mayor premio que puedes recibir en este deporte” para competir como profesional en esta modalidad de culturismo. “Cuándo recibes esta tarjeta, comienzas a competir en el circuito profesional. Los premios son en metálico y los competidores de máximo nivel. No te da para vivir pero yo tengo también una empresa de fabricación de material deportivo, lo que ayuda”, confiesa.
Una carrera de fondo
El de Pozal de Gallinas añade que “gestiona bien los nervios” durante la competición. En ella, asevera, que “muestra el trabajo de muchos años en apenas diez o quince minutos” y nos explica que “el verdadero esfuerzo y trabajo” se “realiza fuera de la competición”.
El vallisoletano compite en Culturismo Natural donde está totalmente prohibida la utilización de cualquier sustancia dopante. Pasan controles antidoping durante todo el año, sorpresa, y al acabar la competición. Tienen que someterse a todos los que la Federación considere necesario en cualquier momento.
“Siempre he hecho deporte, casi toda la vida, pero con 16 años decidí apuntarme al gimnasio y fue una de las mejores decisiones que he tomado nunca. En 2017 comencé a competir porque varios conocidos me animaron a ello y me dijeron que podía tener potencial en este deporte”, nos confiesa el de Pozal de Gallinas. Y no se equivocaban.
Este pucelano confiesa, además, que cuándo le preguntan de dónde es dice “con orgullo” el nombre de su pueblo. “El nombre de Pozal de Gallinas cada vez es más conocido en el mundo entero y me siento muy feliz por ello”, explica.
Una forma de vida
Tras competir en siete campeonatos y conseguir la tan ansiada tarjeta profesional, Samuel no duda en asegurar que el culturismo es “un estilo de vida”. Entrena unos tres o cuatro días por semana, en algo gestionado y controlado por su preparador Eneko Baz, uno de los mejores preparadores del mundo, y suele comer de todo en función a los macronutrientes que le indica su “coach”.
“Si pudiera, me encantaría vivir de ello. La Federación te da becas para los viajes y puedes sacar algo de dinero para los premios pero para vivir, de forma directa, no da. Indirectamente con algún patrocinador, marcas de suplementación o montándote tus propios negocios en base al deporte, puede”, afirma Samuel.
Este luchador de la vida nos confiesa, para finalizar y aún desde Las Vegas, que quiere “mejorar sus puntos débiles durante unos años” para “llegar a la Liga profesional y dar una versión que sea capaz de estar compitiendo por el primer puesto”.
Ilusión, talento y ganas para triunfar no le faltan a este vallisoletano que conquistó Las Vegas.