Los padres de los alumnos con discapacidad del Centro de Educación Especial Número 1 de Valladolid denunciaron hoy que la Junta vulnera el derecho a la cultura de sus hijos al modificar el proyecto musical 'Miradas', que hasta ahora se prestaba por los profesionales de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (Oscyl) y que la Consejería de Cultura y Turismo ha decidido que se lleve a cabo con monitores que han recibido una formación musical. "Nuestros hijos necesitan la continuidad del mismo proyecto que durante diez años han desarrollado los músicos de la Oscyl", recoge el comunicado que se leyó a las puertas del colegio en el barrio de Covaresa.
'MIradas' es un proyecto creado hace más de una década por la Oscyl con el objetivo de acercar la música clásica a centros y personas con distintas necesidades como alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo y jóvenes con riesgo de exclusión social. En el caso de Valladolid, se prestaba en el Colegio Público Allúe Morer, Aspace Valladolid, Centro de Menores Zambrana y el propio de Educación Especial Número 1.
Durante este tiempo ha sido posible gracias al convenio entre las consejerías de Cultura y Educación, aunque ahora la Fundación Siglo ha optado por que las actividades y talleres se presente por monitores que han recibido una formación musical en lugar de contar con músicos profesionales.
La vicepresidenta de la Asociación de Madres y Padres del Centro de Educación número 1 de Valladolid, Maite Villar, calificó de "injusta" la decisión de la Junta al precisar que los alumnos del colegio no acuden habitualmente a espectáculos y conciertos. "Es un proyecto que funciona, nuestros hijos están encantados y lo llevan grandes profesionales. Es un dislate que la Consejería de Cultura, que dirige Javier Ortega, termine con 'Miradas' tal y como se conoce hasta ahora", sentenció.
Villar señaló, según recogió la Agencia Ical, que el proyecto va dirigido, sobre todo, a alumnos con grandes discapacidades, a quienes, hasta ahora, los músicos de la Oscyl les sorprendían con unas notas musicales y alguna expresión corporal a la entrada del colegio, los pasillos y las aulas. "Han despertado en nuestros hijos sonrisas, miradas y movimientos coordinados, gracias a su humanidad y su gran conocimiento musical. Cuando un proyecto funciona, hay que mantenerlo o mejorarlo pero nunca destrozarlo", añadió.
El Ampa quiso dejar claro que no tenía nada "en contra" de los nuevos monitores que participarán en el proyecto. "Son profesionales que se han formado 'on line' pero creemos que, una vez que se ponga en marcha, no tendrá nada que ver por que 'Miradas'. Hasta ahora, los músicos de la Oscyl lograban aflorar los sentimientos y las emociones de los alumnos con grandes discapacidades. Es musicoterapia impartida por grandes profesionales", sentenció.
En el mismo sentido, se pronunció Jordi Creus, uno de los participantes del proyecto y músico de la Oscyl, quien aseguró que muchos de los niños del centro no tienen capacidad de lenguaje por lo que la música mejora la relación y la conexión con ellos. Acompañado de su violonchelo, recordó que hace dos años tuvieron que "luchar" para que 'Miradas' tuviera continuidad pero, ahora con la pandemia, la Consejería de Cultura y Turismo ha decidido cambiar el proyecto, prescindiendo de la Oscyl, aunque mantenga el mismo nombre.
Los músicos de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León ya denunciaron la semana pasada su "exclusión total" del proyecto 'Miradas', al comprobar que las consejerías de Cultura y Educación habían dejado al margen a la Oscyl con la firma del nuevo convenio de colaboración. "'Miradas' nació en la Orquesta, es parte de ella y queremos que siga siendo parte de ella", sentenciaron. No en vano, lamentaron la falta de voluntad política para que la Oscyl fuera el "pilar" de la iniciativa, que se había convertido en una referencia a nivel nacional.