La medicina es mi vida y la forma que he encontrado de ayudar a los demás. Busco devolver la salud a la gente, cuando se puede, y cuando no, a llevar la enfermedad de la mejor manera posible y que se sientan atendidos”, asegura Baltasar Pérez Saborido.

El gallego de nacimiento (Ginzo de Limia, Orense) pero vallisoletano de adopción, de 51 años, ha conseguido colarse entre los cincuenta médicos y especialistas más valorados de 2021 tanto por los propios doctores como por los pacientes en una clasificación que ha hecho pública, hace pocos días, Top Doctors.

Amante de los viajes, de la lectura y también del mundo gastronómico, afirma que se maneja bien en la cocina y le gusta preparar sus elaboraciones, el cirujano general y de aparato digestivo en la Unidad de Cirugía Oncológica y de Trasplante Hepático del Hospital Río Hortega desde 2010, y responsable de la Unidad de Cirugía Hepatobiliopancreática y Cirugía Robótica en el Hospital Campo Grande del Grupo Recoletas, desde finales de 2018, nos cuenta el valor que tiene este galardón.

Orgullo

“Me comunican que estoy dentro de los 50 mejores especialistas de España a través de una llamada de teléfono de la propia plataforma Top Doctors. A partir de aquí se produjo una gran cascada de llamadas para felicitarme. Amigos, la gerente del Hospital Campo Grande… fue muy satisfactorio”, asegura Baltasar Pérez Saborido.

Hablar con él es descubrir su vocación y entender lo que para él es la medicina. Literalmente, todo. Por ello, este reconocimiento le supone “un honor” más aún porque viene motivado por la “valoración de otros compañeros de profesión” y también “por los propios pacientes” aunque añade que le supone “una responsabilidad” para continuar con un trabajo complicado pero de quilates.

“Que el paciente considere que soy merecedor del premio y valore el hecho de ponerse en mis manos es lo que más me satisface. Al final, la experiencia o los títulos curriculares uno los tiene y ahí están pero para mí la profesión es vocacional y que quieran que yo les atienda es lo máximo”, añade nuestro entrevistado.  

Una trayectoria de oro

Pérez Saborido tuvo claro, desde que empezó a estudiar que “quería adentrarse en el mundo de la medicina” ya que “cuando estudiaba biología le parecía muy interesante poder ayudar a los demás devolviéndoles la salud”.

“Me motivaba el estudio del cáncer. Empecé la carrera en 1988. Todavía conocíamos menos de este problema que ahora pero me llamaba la atención estudiarlo, desde el punto de vista experimental, para tratar de curarlo. Ahí me entró el gusanillo por la medicina. Quería ser médico y dedicarme al tratamiento del cáncer”, nos confiesa el profesional.

Una vez dentro de la carrera de medicina, a partir del tercer año, se decantó por la cirugía porque “el trato o la relación con el paciente es muy directo” y en cuestión de horas “puedes resolver un problema a un paciente”. A día de hoy sigue con ello, 25 años después.

Además de por su labor asistencial, el doctor es reconocido por su trayectoria como investigador y es autor de numerosas publicaciones científicas a nivel nacional e internacional. Además, su labor ha sido reconocida con el Premio de la Real Academia de Doctores (Ciencias de la Vida y de la Salud) y por la tesis doctoral, de la que está sumamente satisfecho, que lleva por nombre ‘Valoración de los factores pronóstico en el resultado del tratamiento del hepatocarcinoma mediante trasplante o resección’ del año 2004.

La medicina, su vida

La medicina es vocacional para mí, es mi vida. Si volviera a pensar a qué me dedicaría, de cero, volvería a elegirla. Me gusta este campo desde el lado más humano y ese trato con las personas buscando que todo salga bien, siempre que se pueda”, confiesa el doctor Baltasar Pérez Saborido que desprende ese amor por lo que hace con cada palabra que recita.  

Sobre el futuro de la medicina asegura que cree que está “muy supeditado al avance de la tecnología” con el manejo del Big Data y la inteligencia artificial que conseguirá que “el paciente tenga el mejor tratamiento para su caso concreto”, también dentro del campo de la cirugía.

“En cuanto a mi futuro, espero seguir como cirujano desarrollando actividad y enlazándolo con futuros proyectos. También, consolidar un servicio de cirugía que permita dar una atención al paciente con un trabajo en equipo, multidisciplinar, e incorporando todos los desarrollos tecnológicos que podamos”, finaliza.