La Consejería de Sanidad ha ordenado indemnizar con un total de 42.304,18 euros a la familia de Isabel M.M, fallecida a los 61 años en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid el 5 de noviembre de 2016 como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria, después de que la Administracion regional estimara la reclamación por responsabilidad patrimonial presentada por familiares de la víctima.
La resolución, firmada por la titular de Sanidad, Verónica Casado, estima parcialmente dicha reclamación--la petición inicial superaba los 150.000 euros--y pone fin a un proceso que tuvo sus inicios en la vía penal a raíz de la querella interpuesta en 2017 contra ocho facultativos del citado centro sanitario que el Juzgado de Instrucción número 1 acabó por archivar en septiembre de 2018, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
En su auto de archivo, la instructora estimó que "de las numerosas diligencias realizadas y los diversos informes de autos, incluido el forense, se puede concluir que si bien puede existir una culpa leve civil, resarcible mediante la oportuna demanda patrimonial, no hay imprudencia punible penalmente", ante lo cual la familia de la fallecida acudió a vía de la reclamación patrimonal de Sacyl que dejó abierta el juez y que ahora ha concluido con el presente acuerdo por pérdida de oportunidad.
Los hechos se remontan al 5 de julio de 2016, cuando la paciente, María Isabel M.M, según rezaba la querella luego archivada, acudió al Centro de Salud Canterac de Valladolid aquejada de fuertes dolores en el tórax, si bien entonces le fue diagnosticada una crisis de ansiedad y no se le prescribió medicación alguna.
El empeoramiento de su estado la llevó el día 9 de septiembre a acudir, acompañada de sus hijos, al Servicio de Urgencias del Clínico, donde, supuestamente, le aconsejaron que acudiera a su médico de cabecera, le efectuaron unas pruebas y aseguraron que se trataba de un ataque de ansiedad, sin prescribirle medicación alguna.
Los episodios de dolor se repitieron con más frecuencia, hasta el punto de que el día 4 de noviembre fue trasladada desde su domicilio nuevamente al Clínico Universitario, donde fue dada de alta a las 00.00 horas del día siguiente.
Sin embargo, unas horas después, la mujer, ya en su domicilio, volvió a sufrir los mismos síntomas y tuvo que ser evacuada en ambulancia poco antes de las 05.00 horas al mismo centro sanitario, donde, sin embargo, fallecería a las 05.33, minutos después de su ingreso, por una parada cardiorrespiratoria en asistolia de origen no filiado, tal y como estableció el juicio clínico.