Siempre están ahí. Acuden a nuestra llamada, velan por nuestra seguridad y prestan su labor a miles de vecinos que viven más allá del núcleo urbano. Lo llevan haciendo casi cincuenta años, aunque este es el primero que la Diputación de Valladolid gestiona de forma exclusiva el servicio de Bomberos de la provincia. Desde la institución provincial hacen balance de estos meses en los que los 142 efectivos que conforman la plantilla prestan servicio en los 225 pueblos y las 9 pedanías que componen el medio rural vallisoletano. Pero su labor no termina ahí, pues también realizan salidas a un total de 60 pueblos colindantes de la provincia de Segovia y Ávila.
Con medio siglo de historia, tras el cese del convenio con el Ayuntamiento de Valladolid, el servicio de bomberos de Diputación repartido en los parques de Medina del Campo, Medina de Rioseco, Íscar, Peñafiel, Tordesillas y desde enero de 2021 el parque de Arroyo de la Encomienda (que atiende las emergencias de 36 municipios del alfoz de Valladolid) han llevado a cabo, desde enero hasta el pasado mes de septiembre, un total de 533 intervenciones (43 de ellas como apoyo) en toda la provincia.
Pese al cambio en la gestión, se muestran satisfechos tanto los miembros de los parques de bomberos como desde la propia institución provincial. “Nos lo pintaban muy negro, no daban un duro por nosotros, pero al final con esfuerzo y mucho trabajo por parte del servicio de extinción de incendios, de operarios, administrativos y jefes de servicio hemos salido adelante y con un balance sumamente positivo. El resultado ha sido estupendo, porque, incluso con la pandemia de por medio, hemos trabajado bien y no hemos tenido nada fuera de lo normal”, señala Santiago Baeza, diputado delegado del Servicio de Extinción de Incendios y Protección Civil.
La de Valladolid es la única provincia de Castilla y León que cuenta con una red de parques comarcales profesionales para rescates y extinción de incendios no forestales. Con más efectivos que Palencia, Segovia o Salamanca, componen el segundo parque de bomberos más amplio de la región, solo por detrás del servicio que prestan desde el Ayuntamiento de Valladolid.
“No nos dieron más opción que crear nuestro propio servicio”, afirma Baeza, refiriéndose a la falta de entendimiento con el Consistorio para la continuidad del convenio entre ambas instituciones. El esfuerzo no solo ha sido personal, también económico, ya que la gestión de este servicio ha costado a la institución provincial unos 8 millones de euros.
“Es asumible, porque el Ayuntamiento nos exigía pagar cada vez más hasta llegar a la cifra de 2,4 millones. Nosotros vamos a reducir ese coste por persona y pese a que la población está muy dispersa, solo con el parque de Arroyo que ha comenzado este año abarcamos a más de 100.000 habitantes, compensa. Si antes con 6 millones atendíamos a 125.000 personas, ahora con 8 millones cubrimos una población de 225.000 y hemos mejorado el tiempo de respuesta de nuestras salidas, que ronda los 30 minutos”, señala Baeza.
Cambios en la estructura interna
El servicio de bomberos de la Diputación de Valladolid se encuentra inmerso en cambios su estructura interna, por un lado uno de los objetivos es reducir la interinidad en la plantilla, para lo cual “este verano creamos una bolsa de 14 funcionarios fijos y 25 interinos y tenemos previsto sacar otras diez plazas fijas, nos quedarían otras 16 que iremos sacando progresivamente”, señala Baeza.
Otro de los grandes cambios que está experimentando es el de la creación de mandos intermedios -cabos- para mejorar en la organización interna, redistribuir el trabajo y la coordinación de grupo y mejorar más aún los tiempos de respuesta. “Hasta ahora no había mandos intermedios y lo que queremos con esto es que en cada intervención haya como mínimo un jefe de cabo o jefe de bomberos que gestione el dispositivo”, explica Baeza.
Tres décadas de experiencia
Miguel Ángel Pisador, jefe de bomberos del parque de Peñafiel, celebra estos nuevos cambios desde la perspectiva que da su amplia experiencia. Más de 33 años prestando servicio como bombero de la Diputación de Valladolid y formando a los nuevos ingresos, le sirven a este apasionado de su trabajo para analizar el pasado, presente y futuro de la institución.
"El ritmo o la carga de trabajo se ha notado en este año, porque atendemos a más gente como apoyo o primera salida y se nota, sobre todo, en el caso de accidentes en carretera donde ha subido mucho el trabajo, pero lo llevamos bien porque nos encanta nuestro trabajo", explica Pisador.
Precisamente, para él la clave está en la verdadera vocación, "cuando pidieron voluntarios en enero para el parque de Arroyo tuvimos que empezar y adaptarnos de golpe, pero lo conseguimos, los jefes de los parques hemos estado presentes desde enero hasta junio para coordinar las labores cada día, para afianzar y seguir mejorando en nuestras funciones".
Desde hace casi 20 años como jefe de parque, Pisador reconoce que solo se puede llegar a ser dirigir en un trabajo así "si tienes las cosas muy claras, si sabes qué es lo que de verdad te apasiona y entiendes ese sacrificio, porque muchos se sacan plaza y después se ven obligados a dejarlo. Es duro, pero igual de exigente que de bonito", explica.
Para intervenir en incendios, accidentes, inundaciones, auxilio a personas, arreglo de desperfectos, charlas formativas, fugas y desinfecciones para paliar los efectos de la Covid, entre otras tareas, los bomberos de la Diputación cuentan con un moderno equipamiento que renuevan de forma constante.
Cada parque cuenta con una autobomba urbana ligera o un furgón de rescate para accidentes de carretera, una autobomba urbana pesada, una autobomba rural pesada y una autobomba cisterna con 12.000 litros. "Además tenemos dos vehículos de altura (escala) y un brazo articulado y este año vamos a adquirir un vehículo de 40 metros. Estamos satisfechos con los medios materiales de los que disponemos y con los Fondos Europeos renovaremos maquinaria. Nuestro trabajo ya le tenemos hecho y ahora vamos a dotar el equipamiento con otros tres vehículos ligeros donde se desplacen los jefes de parque y cabos", puntualiza Baeza.
"Las cosas han cambiado mucho, el servicio ha mejorado de un forma muy significativa y lo harán más aún cuando se noten los cambios en la estructura interna y se incluya un nuevo jefe de bomberos en el parque de Arroyo. Ahora estamos creciendo y los resultados ya se verán en un futuro", finaliza Pisador.