La subida de las materias primas para producir alimentos y la escalada de la luz, que hoy pulverizará de nuevo el anterior récord hasta llegar a los 383 euros el KW/h, hacían presagiar una cesta de la compra navideña imposible para los bolsillos de los ciudadanos.
Pero, a 24 horas de la cena de Nochebuena, lo cierto es que, si bien hay productos que sí están más caros hoy que hace un mes, otros han mantenido los precios e, incluso, algunos los han bajado.
Es la ley de la oferta y la demanda, que hace que haya puestos de venta que ni se planteen traer determinados alimentos frescos porque, aseguran, "nadie los va a comprar", como por ejemplo las angulas, a casi 1.300 euros el kilo, o el percebe gallego, un 77% más caro que el año pasado.
Para conocer de primera mano cómo se han comportado los precios en el último mes, es necesario acudir cada día al mismo puesto y comprobar in situ estas variaciones.
Este periódico ha anotado desde el pasado día tres de diciembre los precios de determinados productos en los mismos puestos del Mercado del Val para conocer de primera mano si se están repercutiendo de manera abrumadora los sobrecostes de producción en los bolsillos de los ciudadanos.
Desde primera hora de la mañana, este mercado de Valladolid registraba un considerable aumento de su actividad, con cientos de familias buscando el mejor pescado, la mejor nécora o el mejor lechazo, para llevar a su mesa mañana en la cena de Nochebuena.
Aunque pueda parecer lo contrario, hay productos que han experimentado una notable subida como el besugo de pincho, que ha pasado de cobrarse a 28 euros a principios de diciembre a hacerlo a 32,80 euros hoy, pero otros se han mantenido contra todo pronóstico, independientemente del sobrecoste que el sector primario ha tenido que asumir por la inflación y la subida de precios en los insumos.
Así, el jamón 50% ibérico de cebo, ha mantenido su precio durante todo el mes de diciembre, a 69,90 euros el kilo, independientemente de que sea uno de los productos que más se solicitan para las cenas de estos próximos días.
Sin embargo, pescado fresco como la merluza, que a comienzos del mes estaba a 11,80 euros el kilo, hoy, a las puertas de la Nochebuena, se presenta a 9,80 euros el kilo "porque si me la piden menos, baja el precio", comenta uno de los pescaderos de este mercado.
Nécoras y percebes franceses
El consumo de marisco en estas fechas se incrementa considerablemente, pero la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos causada por una galopante inflación que se encuentra ya en el 5,4%, ha hecho que el comercio busque alternativas asequibles para los bolsillos del comprador.
Así, las nécoras ya no vienen de Galicia, sino de Francia, con un precio de 22 euros el kilo las frescas. "Es imposible traer nécora española porque con precios que rondan los cien euros el kilo, venderíamos muchísimo menos que a como estamos vendiendo ahora", comenta el responsable de una de las pescaderías con más solera del Mercado del Val, Pescadería Galindo, con más de 38 años a sus espaldas en el sector.
"Hacía años que no veía yo unos precios así. Hay cosas que han subido, pero, por ejemplo, la almeja babosa, que el año pasado estaba a 60 euros el kilo, este año la encuentras por 25 euros", afirma Felisa, de 58 años, que nos cuenta que se juntarán sólo seis mañana en casa durante la cena.
Los percebes, por su parte, alcanzan los 80 euros el kilo si son nacionales en algunos puestos del Mercado del Val, pero los galos rondan los 30 euros el kilo. "El sabor no es exactamente el mismo, pero son de buena calidad y la gente se lo está llevando sin mayor problema", indican en Pescadería Galindo.
Asunción Gómez, una habitual de este mercado, sí ha notado una subida en los precios de la última semana y nos indica que ella prefiere ir "al guión de todos los años", así que mañana cenarán en casa "un lechazo que estaba a 17,90 euros el kilo, algo de marisco y a correr", nos cuenta.
Comida ya precocinada
Belén está jubilada y asegura que "hay productos que sí han subido, pero no es cierto que todos lo hayan hecho. Yo el año pasado no podía pagar lo que se pedía por las almejas babosas, y este año me ha sorprendido verlas tan baratas". Este bivalvo está hoy prácticamente un 50% más barato que el año pasado.
Es la ley de la oferta y la demanda. Profesionales del mercado que dan más salida a un producto u otro dependiendo de la tendencia del consumidor y que tienen claro que el origen del producto y por ende su precio, son un problema a la hora de hacer caja.
En medio del bullicio previo a la cena de Nochebuena, los hay que prefieren no complicarse mucho en la cocina, y optan por comprar platos ya precocinados, como el famoso capón de Cascajares.
"He pagado 102 euros, que es más o menos el precio al que estaba antes, pero con esto comemos ya diez o doce sin problema, y además, no tengo que cocinar", afirma Belén.
Para evitar dañar el bolsillo, nos confiesa que su táctica es "comprar siempre lo que está al mismo precio. Como las almejas, por ejemplo. El año pasado estaban a 60 euros y hoy lo he comprado a 28 euros el kilo. Este año sí se pueden llevar".
Sin embargo, el precio de este producto también oscila dependiendo del puesto en el que se adquiera, con variaciones de hasta 10 euros el kilo.
Pularda y Pavita
Son otros de los dos platos típicos de Nochebuena, al menos en Castilla y León. Estos dos productos, sorprendentemente, no han experimentado subidas en el precio. Los han mantenido desde el pasado día tres de diciembre, a 7,99 euros el kilo la pularda y a 5,99 euros la pavita gallega.
No ocurre lo mismo con el lechazo, otro de los platos más tradicionales de estas fechas. Su precio oscila entre los 15 euros el kilo y los 22 euros, dependiendo del puesto del mercado en el que se decida hacer la compra. La media está en los 17,90 euros el kilo.
"Sí hemos notado que han subido mucho los precios", comenta María Ángeles mientras pide kilo y medio de lechazo en una carnicería del Mercado del Val, a 14,90 euros.
"En la última semana, no lo sé, pero del año pasado a éste sí se ha notado. El año pasado el lechazo estaba a 11 euros el kilo y éste con suerte lo encuentras en 15 euros, y si te das una vuelta por el mercado verás que en algunos puestos llega a estar a 20 euros el kilo", añade.
En su casa cenarán mañana canapés, lechazo y embutido. Se juntarán diez personas "con mucha ilusión porque había ya muchas ganas de poder estar todos después de todo lo de la pandemia", añade.
La fruta, con variaciones moderadas
En frutería la estrella estos días son la uva y la piña. Mientras que la primera ha experimentado un incremento de cincuenta céntimos el kilo hasta los 3,40 euros, la piña ha doblado prácticamente su precio, pasando de valer 1,59 a 2,40 euros.
Por su parte, hortalizas como la escarola, típicas también junto con la granada en estas fechas, se han mantenido la primera en 2,99 euros el kilo y la fruta en 2,80 euros. Si bien es cierto que, de nuevo, hay diferencias de hasta un 120% en el precio dependiendo del puesto del mercado en el que se adquiera el producto.
Alternativas saludables y económicas
Quienes conocen bien la importancia de comparar precios, saben que antes de comprar es necesario echar primero un vistazo a los diferentes puestos del mercado. Así, hoy podemos encontrar doradas aún a 2,99 euros el kilo, que es el precio habitual de este pescado durante la mayor parte del invierno.
Sin embargo, este mismo producto sube hasta los 7,99 euros el kilo dependiendo, una vez más, del puesto en el que se adquieran.
"Yo miro siempre mucho, y sí es verdad que algunas cosas han subido de precio, pero, por ejemplo, hay cosas que están incluso mucho más económicas que otros años como algunos mariscos", señala Marimar, de 62 años, que ha desembolsado 98 euros esta mañana "y ya llevo la cena para los seis que nos juntamos". Ha comprado una lubina grande, unas nécoras y unos langostinos.
El langostino cocido, otro de los clásicos productos de estas fechas, tampoco ha experimentado un incremento en el precio, con un precio ligeramente por debajo de los 15 euros el kilo durante todo lo que llevamos de mes.
La cesta de la compra es hoy más cara o más barata que hace un mes, dependiendo de si se adquiere un producto u otro y en qué puesto se haga.