Queridos Reyes Magos:

Los deseos que uno pide en Navidad comienzan siempre con esas tres palabras cargadas de esperanza e ilusión. Da igual la edad que uno tenga. De hecho, décadas atrás fueron ellos quienes leyeron las cartas de sus hijos, nietos o sobrinos y fueron ellos los que hicieron posible que los deseos de esa mágica noche se hiciesen realidad. Ahora les toca disfrutar como niños. Flaviano, Luis, Mercedes, Pilar, Charo o Heliodoro son estos días el vivo reflejo del nerviosismo y la ilusión. 

Han hecho los deberes, ellos ya han escrito su carta -está camino de Oriente-. Para algunos ha sido la primera vez y esperan como niños que sus humildes deseos se hagan realidad. Se conforman con muy poco. Un compás, escuadra y cartabón, un pañuelo, una boina, un libro de pasatiempos, unas medias, alguna camiseta interior, rotuladores o pinceles...

Los encargados de hacer estas 'entrañables peticiones' realidad son las familias de la Asociación vallisoletana Trechel, que apadrina a los abuelos que, o no tienen hijos o familia o cuyos seres queridos están demasiado lejos como para ir a visitarlos.

Gracias a la iniciativa 'Sabias Estrellas', que se puso en marcha el año pasado, medio centenar de abuelos de la Residencia Nuestra Señora del Carmen recibieron un detalle en el que lo material es lo menos importante y gracias a la colaboración entre asociaciones, este año habrá regalos para los 142 residentes Nuestra Señora del Carmen.

"La iniciativa fue preciosa y ojalá se extienda a todas las residencias ese día. Si vieras sus caras... Son como niños y es precioso ser partícipe de ello. Ver el momento en el que salen de sus habitaciones y ver su expresión y sorpresa cuando en la puerta está el esperado regalo", quien habla es 'la reina Gaspar, la reina sin par' o lo que es lo mismo, Sara Gómez, quien lleva trabajando en la residencia más de 15 años.

Ella es la encargada de hacer de mensajera de sus Majestades y de conexión real entre familias y ancianos a los que les separa una pandemia. "Como la situación ha hecho imposible que las familias de la asociación visiten a los abuelos que apadrinan, que vengan a cantar villancicos o a hacerles compañía, queremos que al menos por un día sientan la magia y la ilusión que hace recibir un regalo y se sientan especiales el día de Reyes".

Pese al paso del tiempo, y ha encontrase a nivel emocional "muy bajos por todo este año y medio de pandemia" mantienen intacta la ilusión en la noche más mágica del año. Algunos rozan el siglo de vida, pero vuelven a soñar como niños, con el mismo nerviosismo y las mismas ganas de que sus deseos se hagan realidad.

Disfrazada de Gaspar, Sara vive en primera persona el mágico momento. La botella de vino que ha pedido Flaviano este año llegará a tiempo, al igual que las pinturas que quiere Luis, los pintaúñas de Mercedes, las medias 'ecológicas' de Pilar o el fular (de cualquier color menos negro) que ha pedido Charo. Se lo merecen. "LLevan mucho tiempo aguantando con resignación esta pandemia", afirma Sara.

Espera el momento con las mismas ganas que ellos, ganas que son compartidas con Clara González, la responsable de comunicación de la Asociación Trechel, que trabaja con jóvenes y familias con la idea de formar en valores y de favorecer el desarrollo personal de los 120 usuarios que la componen.

"Pensamos en qué podíamos hacer para ayudar a los ancianos que tanto han sufrido no solo a nivel sanitario, también a nivel psicológico tanto tiempo encerrados, viendo morir a compañeros por la Covid... La experiencia para ellos fue terrible y se nos ocurrió poner en marcha esta idea con el fin de resaltar la importancia de nuestros mayores, para cuidarles y hacerles protagonistas de la sociedad. Que puedan salir de la rutina, pues para ellos los días son muy cíclicos, sin visitas y sin poder ir con la familia, queremos romper un poco esa monotonía", explica Clara.

Ella piensa que "todo el mundo tiene cerca a personas mayores que tienen una historia de vida, que puede ser inspiradora para nuestro día a día. Tienen mucho que aportar. Son esas sabias estrellas que tenemos cerca todos para que iluminen nuestra vida", añade la responsable.

Este año, volverán a recibir un detalle. "La incitativa es muy bonita, no solo por el día en el que abren su regalo, sino por todo el proceso en el que se implican. Muchos no han escrito nunca la carta a los Reyes Magos, no han tenido oportunidad, otros dicen que no quieren nada, que no lo necesitan y lo que piden son pequeñas cosas", explican desde Trechel.

Están contentos con la respuesta de esta iniciativa entrañable y solidaria. "A través de las redes sociales las familias apadrinan a los abuelos y desde varias ONG's nos escribieron para donarnos bisutería. Todo el mundo aporta algo, incluso la gente que tiene menos recursos nos hace llegar dulces o sopas de letras para que los abuelos reciban un detalle ese día", puntualiza González.

40 años de historia

La Asociación Trechel lleva cuatro décadas formando a los jóvenes en valores, fomentando actividades sociales, de estudio o deportivas para que los niños a partir de 8 años sean capaces de desarrollar "una mirada más allá de sí mismos, que se preocupen por el resto de la sociedad y se pongan en el lugar de las personas que no tienen tanta suerte ni las mismas oportunidades. La gente aprende a mirar a los demás", añade Clara.

Con ese objetivo llevan años participando con familias volcadas en las campañas de alimentos, en asistencia a las residencias para hacer compañía a los mayores o visitas a ancianos que viven solos en sus casas, en desayunos solidarios en colaboración con Cooperación Internacional.

Con este pequeño gesto en día de Reyes, desde la Asociación Trechel desean "que se extendiesen a todas las residencias. Nosotros de momento queremos que se consolide en la residencia del Carmen para poder hacerlo en otras y que el año que viene sean cientos de cartas las que reciban respuesta", añaden desde Trechel.

De momento, las cartas de Flaviano, Charo, Pilar, Mercedes, Luis o Heliodoro -que este año se han portado muy bien- ya están en manos de Melchor, Gaspar y Baltasar. Sus Majestades están preparando los regalos que llenarán de magia la residencia Nuestra Señora del Carmen.