“Soy corredor de maratones. Llevo 16 en mi haber. También muy viajero. Aprovecho para escaparme cuando puedo para conocer distintos lugares con mi mujer. Además soy amante del buen comer y del buen beber con el vino de la zona de la Ribera del Duero como protagonista compartiéndolo con mis amigos”, asegura José Miguel García Vela.
Él es el director gerente del Hospital Río Hortega de Valladolid. A sus 63 años, el de Traspinedo ha tenido que poner todos sus esfuerzos para contener en el centro hospitalario vallisoletano toda la virulencia de esta sexta ola COVID-19, en una nueva maratón que combatir, que se prolonga desde aquel mes de marzo del año 2020.
Conversamos con él sobre la situación en el lugar y los planes de futuro en esta entrevista:
¿Cómo está el Hospital Río Hortega de Valladolid combatiendo a esta sexta ola del coronavirus?
Pienso que el hecho diferencial en esta sexta ola se da en la atención mantenida al paciente COVID y al paciente no COVID. A día de hoy no se ha suspendido ningún tipo de actividad en el hospital y se ha mantenido toda la actividad quirúrgica, de consultas, de hospitalización y de urgencias. También se ha atendido a los pacientes que nos iban llegando con coronavirus. También sigue la doble asistencia y atención tanto al coronavirus como fuera del coronavirus. Cosa que no se pudo hacer cuando arrancó la pandemia. Sigue habiendo apendicitis, accidentes de tráfico o tumores y los estamos afrontando.
¿Se han visto obligados a ampliar el número de camas UCI para atender a los enfermos de coronavirus?
A día de hoy el Hospital Universitario Río Hortega, por sus características, dispone de más camas de UCI que otros complejos. Nosotros tenemos 22. De momento, los pacientes contagiados están ingresados en esas camas. Tenemos, a fecha del lunes 27 de diciembre, 17 pacientes COVID.
Es cierto que tenemos en mente ir incrementando esas camas. Tenemos prevista esa ampliación a la zona de la REA, que es la zona de reanimación posquirúrgica, a la zona de quemados, porque hay menos pacientes y lo completamos con críticos de intensivos, fundamentalmente. Así tenemos previsto llegar a las 37 camas, como posibles para pacientes críticos, no solo para pacientes COVID-19.
Siempre vamos por delante y queremos ir ampliando en función a las necesidades. Tenemos que ir siempre un paso más allá. Ojalá que no tengamos que darlo porque la situación mejore.
¿Puede producirse un colapso en el Hospital Río Hortega de Valladolid?
Colapso no. Siempre vamos a tener la capacidad de atender aquello que nos llegue como hemos demostrado en otras olas. Lo importante es mantener la actividad no COVID. Ahí es dónde va a estar el punto de conflicto si los pacientes críticos siguen creciendo porque la incidencia se dispara y acaban más personas en las unidades de críticos. Pero siempre con la capacidad de atender a todos los pacientes que es lo que intentamos.
Además se apunta a que a esta explosión del coronavirus de los últimos días, puede unirse la gripe.
En las últimas horas, en la sesión COVID-19 que llevamos a cabo a las 9 de la mañana, hemos trasladado esta cuestión a los microbiólogos. El Centro Nacional de la Gripe está coordinado por el doctor Eiros. Nos dicen que se están empezando a detectar casos. A diferencia del año anterior que no se detectó ninguno en Castilla y León. De momento no hay incidencia clínica en cuanto a la gripe. Estamos expectantes por saber lo que va a pasar. Sí que estamos viendo la presencia de otros virus respiratorios que afectan, sobre todo, a niños. Lo están viendo en Pediatría.
¿Cómo se coordinan o gestionan situaciones como estas?
En marzo del año pasado y en este momento la situación sigue siendo la misma. Nosotros tenemos una reunión a las 8.00 de la mañana en la que analizamos la situación del Hospital y las previsiones en función a todos los datos que tenemos. A partir de ahí se pone en marcha el equipo de Coordinación y Mando que presido yo y que está formado por los tres directores de división. Ahí tomamos la decisión operativa en función a los datos que se han puesto encima de la mesa a primera hora de la mañana. Eso lo hacemos todos los días y es el punto clave. Hemos conseguido que el Equipo de Coordinación y Mando inmediatamente tome las decisiones y lo que ha sido ejemplar es cómo las decisiones se toman y adoptan de manera inmediata y cómo la organización ha sido capaz de adaptarse a todas las situaciones. El hecho diferencial del Sistema Sanitario español ha sido la capacidad que ha tenido de adaptarse a pesar de todas las dificultades, a los cambios, que han sido en horas.
¿Qué recuerdo le trae el comienzo de la pandemia?
Aquel viernes, cuando nos íbamos del hospital, comentábamos que el lunes deberíamos tomar decisiones. La palabra que define lo que vivimos fue: sorpresa. Habíamos vivido el Ébola, habíamos tenido sesiones previas con respecto al coronavirus… pero no teníamos la conciencia de lo que era una pandemia y no sabíamos que nos iba a arrollar de esta forma. Fue una sorpresa. Ni los más expertos, y tenemos grandes expertos en el centro, vaticinaban lo que vino después. Probablemente lo teníamos delante de nuestros ojos, pero nadie fue consciente de lo que vino.
¿Cuál ha sido la situación que más le ha marcado?
Dos situaciones. Sobre todo la mortalidad y que no se haya podido hacer duelo por el aislamiento. Esa sensación de impotencia por parte de las familias. Todos hemos tenido a alguien cercano en esta situación. No podíamos acercarnos, abrazarnos, tener esa sensación de vivir todos juntos con esa cercanía que tenemos los españoles.
La segunda situación que me ha marcado son las decisiones que hemos tomado a las 8 de la mañana, a las 15 de la tarde y a las 22 de la noche que repercutían en los profesionales del hospital. Les hacíamos ir a zonas para atender determinadas patologías de críticos que no era su cometido habitual y todos dieron el paso adelante. Cambiar de área es duro para un profesional de la Sanidad, pero lo hicieron. Esto demuestra la categoría de profesionales que aceptaron esa situación que era tremenda.
¿Cómo están los profesionales del Hospital Río Hortega tras tantos meses de pandemia?
Yo creo que están, por un lado, cansados. Y por otro, con cierto hartazgo. Llevamos dos años y otra vez llega otra ola. Parece que nunca se va. Esas son las dos sensaciones que tienen los profesionales.
¿Cómo han sido estos tres años como gerente del Hospital Río Hortega de Valladolid?
Al poco tiempo de comenzar de inspector me nombraron director del Hospital de Monforte de Lemos. Recuerdo que fue sentarme, con todo el trabajo inicial que había, pero me di cuenta de que había llegado a mi lugar. A partir de ahí me formé, porque no conocía nada del mundo de la gestión y pienso que estos tres años han sido la culminación de mi carrera. He estado seis años de director médico. Estuve seis años de subdirector entre el Río Hortega y León y he estado en la Carretera Rueda como director de la residencia asistida.
Tras todo este tiempo, la gerencia ha sido como la culminación de mi vida laboral y, al mismo tiempo, esa sensación tan positiva de haber llegado a la gerencia y en el momento en el que tenía que llegar con todo el bagaje previo en un proyecto continuista al de Alfonso Montero y Eduardo García Prieto, que son los dos gerentes anteriores. Es muy satisfactorio. Disfruto con este trabajo y me parece el más maravilloso que puede tener nadie en el mundo. Nadie puede tener la suerte de estar rodeado de profesionales con tanto conocimiento y el esfuerzo y trabajo que transmiten.
Desde los robots, hasta los ingenieros, el servicio de la limpieza y eso es lo que hace que hagamos un trabajo tan bueno. No es fácil coordinar el trabajo de 3.000 personas, pero al mismo tiempo es absolutamente apasionante. No hay un trabajo que tenga estas características.
¿Qué proyectos futuros tiene en mente poner en marcha en el Hospital Río Hortega de Valladolid?
Sobre todo, la Unidad de Biocontención que se abriría como UVI. Esta unidad va más allá y sería para atender pacientes con patologías tipo Ébola o fiebres hemorrágicas y eso requiere que todo el centro se prepare para ello. Es un tema muy apasionante pero requiere mucho más trabajo, más pausado y necesita más tiempo de desarrollo.
Después, lo centraría en tres cuestiones. La primera, que íbamos a ponerla en marcha en enero aunque hay que ver la evolución de la pandemia, con el proceso del Bloque Quirúrgico que es clave. Haremos un grupo multidisciplinar para analizarlo y dar pasos y conseguir consolidar la actividad quirúrgica como una de las piezas claves y también la cirugía mayor ambulatoria que es clave para la atención sanitaria y para conseguir reducir las listas de espera y tener nuestra actividad muy al día y poder ser referencia para otros centros en determinadas patologías.
El segundo punto clave para mí tiene que ver con el Área de Hospitalización. Conlleva a los pacientes crónicos pluripatológicos. Estamos preparados para atender a estas personas en su domicilio. De manera que no tengan que venir al hospital. Es un cambio de paradigma muy grande. La organización que se adelante va a ser la que se adapte mejor y es lo que nos está pidiendo la población porque la persona donde está bien es en su casa y tenemos que colaborar con Atención Primaria para que esto se ponga en vigor. Hay que empoderar al paciente y al cuidador para que ellos lleven la enfermedad y nosotros apoyarles. Esto en el Área de Paliativos lo tenemos más desarrollado con equipos de detección que colaboran con Primaria y que mantienen el final de la vida en casa, se trata de dar ese paso en los crónicos pluripatológicos y creo que esa es una vía de presente y futuro muy interesante.
Y un tercer proyecto en el que hemos combinado innovación e investigación. En innovación llevamos años dando pasos y es un tema fundamental porque, con la rapidez que se producen los cambios en el mundo y en el sistema sanitario, la organización que plantee esta innovación en gestión y en todos los campos, y acepte esto, va a estar a la vanguardia y como cultura para nuestra organización. Queremos seguir avanzando en esto.
El Hospital Río Hortega, segundo mejor de Castilla y León
En los últimos cinco años habíamos sido los primeros. Este año los segundos. Estamos muy contentos y felicitamos al Hospital de Salamanca.
El Río Hortega implantará la vacuna gratuita a alérgicos a avispas y abejas…
Nuestro servicio de Alergias es de referencia nacional. Se lleva desarrollando un trabajo en avispas y abejas desde hace tiempo. Como línea general de trabajo nuestro servicio de alergias ofrece vacunas como uno de los tratamientos para los alérgicos a cualquier tipo de producto. El huevo, un medicamento o cualquier producto. Es una vacuna en pequeñas dosis para ir superando el problema con una alergia fulminante.
El equipo de Alicia Armentia lo ha focalizado en el campo de las avispas y las abejas. Ha puesto en valor que desde un estudio han puesto en marcha una posibilidad de vacuna que es lo que se implantaría. La novedad es que el trabajo de la doctora Armentaa es lo que ha dado la posibilidad de producir esta vacuna para ello. Cada año se muere un paciente por ello y lo que tenemos que conseguir es evitarlo.
Un objetivo y un deseo.
El deseo es, si bien entiendo que los virus se quedan con nosotros a vivir, esperemos que se convierta en leve gripe con algo de moco y se acabó y que finalice la pandemia.
El objetivo, lo tenemos claro como Área de Salud de Valladolid Oeste. En diciembre de 2021 finaliza nuestro plan estratégico. En diciembre de 2018, tanto el Hospital como Primaria, recibimos el reconocimiento EFQM-500 Plus. Somos la única organización junto con Soria que en España tiene ese reconocimiento en Primaria y Hospital juntos. Se cumple el plazo para volverse a reacreditarse. Coincide por la pandemia que nos dan tres meses de demora. En marzo realizaremos la evaluación EFQM. El objetivo es superar el 500 Plus que nos pondría en la vanguardia del Sistema Nacional de Salud y buscamos conseguir esto, montar nuestro plan estratégico del 2022-2026 y consolidar a nuestra área tanto de Primaria como de Hospital en España y a nivel internacional.