“Fuimos a tomar algo y a bailar con mis amigos al Zvmo. El portero dijo que no podíamos entrar en zapatillas. Estábamos en la cola y vi que otras personas sí que entraban con zapatillas y le pregunté al portero que por qué ellos sí y nosotros no. Me dijo que no les había visto y no me dio más explicaciones”, explica la jugadora del Balonmano Aula Valladolid, Lorena Téllez Delgado.
Todo después de que la deportista denunciara, a través de su cuenta de Facebook, el pasado domingo, este episodio que ha calificado de “racismo”, con la siguiente publicación:
“Al final salió otro portero y nos dejaron entrar. Salí de nuevo para dialogar con el que no nos había dejado acceder y me dijo: “Venga, déjalo ya, negra de mierda”, nos cuenta la jugadora del club vallisoletano.
Lorena Téllez cuenta a este periódico que en la tarde de este lunes ha formulado una denuncia ante la Policía Nacional, que no ha confirmado a este medio la existencia de la misma, y ha añadido que “no desea ningún mal” al portero del establecimiento. “Con que me pidiera disculpas o cambiara la forma de pensar, me vale. Me quedaría más tranquila para que no ocurriera más. Yo soy jugadora y al final se ha conocido por ello”, añade la cubana.
Lorena Téllez afronta su segunda temporada en el club vallisoletano y asegura que se siente “muy bien” tanto en el club como en la ciudad y que “el equipo es una piña”.
“No hay racismo”
“El tema se ha ido un poco de contexto. Encima patrocinamos al equipo. No deja de ser una discoteca, por la noche, y hay un control de acceso. A todo el mundo se le testea. No era ella sola, venía en grupo. Da igual que sean latinos que españoles, nosotros no tenemos esto en cuenta. Se les tuvo 30 segundos o un minuto y pasaron para dentro”, asegura Jaime Valentín, dueño del bar Zvmo, ubicado en la calle Calixto Fernández de la Torre de la ciudad del Pisuerga.
Valentín niega que “no se dejara entrar a nadie en el bar” y recalca que “se controla el acceso para vigilar el comportamiento” de las personas que querían acceder al establecimiento. “Cuando viene un grupo grande se les controla para que no vengan agresivos, para ver que no han bebido” y añade que este grupo les dijo que eran “jugadoras del balonmano Aula” y acabaron entrando.
“No hay racismo”, ha añadido el propietario del establecimiento, que ha asegurado además, en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León, que “cuenta con empleados de diferentes nacionalidades” trabajando en el local y finaliza que “no ha sido racismo” sino “una cuestión de seguridad”.
“Intentamos proteger a los clientes y entiendo que puede ser desagradable esperar para el control. Entraron todos. Si se sintió ofendida le trasladamos nuestras disculpas”, ha finalizado.