El Grupo de actividades subacuáticas (GEAS) ya ha llegado a Traspinedo y está peinando el río y el canal cercanos a la zona en la que desapareció Esther López el pasado 12 de enero en busca de indicios que lleven a esclarecer el caso.

Se ha incorporado a la búsqueda un dron de la Unidad de Acción Rural (UAR) para supervisar algunas zonas más agrestes, también ha llegado un helicóptero de la base de León, perros del Grupo Cinológico de Castilla y León, con sede en Zamora, y se incorporan refuerzos del Servicio Cinológico (SECIR) del Pardo (Madrid).

En la mañana de hoy, los cuatro buzos del GEAS han rastreado el río Duero, en dos turnos, con una lancha de apoyo en la zona conocida como la Pesquera. El agua está a una temperatura de 3 grados, motivo por el que se turnan por parejas, y tiene una profundidad en el centro de 3,2 metros. 

La Guardia Civil ya avanzó ayer que llegarían buzos para seguir la inspección de la zona y “agotar todas las posibilidades”, después de que ayer se incorporaron drones para supervisar las zonas más agrestes de los pinares y menos accesibles para las patrullas.

Tras el registro de ayer en la vivienda del detenido, Ramón el Manitas, se sacaron diez bolsas con pruebas que se llevaron a analizar a Madrid. Al parecer, cuando llegaron a la vivienda, los agentes encontraron colchones viejos contra las paredes. Según las primeras informaciones, el coche del detenido es clave en la investigación, por lo que se inspeccionará exhaustivamente. 

En la mañana de ayer se comenzó con la inspección técnico ocular minuciosa en el domicilio del detenido en busca de pruebas. Un registro que se puede prolongar varios días comentó la Guardia Civil, y que se está llevando a cabo con “la mayor minuciosidad posible”.

Tanto el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez, como la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, han destacado que se pondrán a disposición “todos los medios” para resolver esta desaparición lo antes posible.