El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) alertó hoy en Valladolid de que el colectivo que vive en el medio rural está un tercio peor en inclusión social que el que residen en las zonas urbanas. En concreto, más de un millón de personas con discapacidad vive en el ámbito rural, de las que 75.000 están en Castilla y León, lo que supone el 43 por ciento del total de esta población. “Tienen un déficit más acusado, por lo que la respuesta ante esa presión ambiental es de abandono del entorno rural. Es lo último que puede ocurrir y hay que evitar a toda costa”, aseveró el presidente estatal de Cermi, Luis Cayo.
De ahí, la necesidad de pensar políticas y estrategias concertadas entre los poderes públicos y la sociedad civil, que se abordarán durante hoy y mañana en Valladolid en el XVI Congreso de Cermis Autonómicos, que se celebra bajo el epígrafe “La sostenibilidad social de las personas con discapacidad en el entorno rural”. "Hay que poner sobre la mesa propuestas constructivas para que ese millón de personas con discapacidad que han elegido vivir en el entorno rural puedan desarrollar su vida y no se vean abocados a abandonar el lugar donde quieren estar y les pertenece", precisó.
Los estudios de Cermi analizan hasta 33 indicadores que miden la inclusión social de las personas con discapacidad como atención temprana, medidas de accesibilidad o de transporte, el acceso a la educación y poder disfrutar del ocio y al deporte. “A veces, damos por hecho que este tipo de servicios llegan a todos los lugares, pero la realidad es que si se requiere unas atenciones educativas más intensas o específicas te obliga a trasladarte a una ciudad por que el entorno rural no te lo ofrece. Eso, al final, trae consigo desplazamientos del usuario o de toda la familia o incurrir en más gastos porque eso nadie lo compensa”, añadió.
La consejera en funciones de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, destacó antes de la inauguración del congreso las políticas de la Junta con el mundo de la discapacidad, sobre todo en el entorno rural. Citó el esfuerzo “importante” con el programa de la atención 5.0 y el modelo de atención en red para atender a las personas con discapacidad, que en muchos casos son gestionados por las entidades del Tercer Sector. “Es un sistema que ayuda a las asociaciones a prestar esos servicios sino también a su sostenibilidad financiera”, añadió.
Blanco también apostó por la integración laboral del colectivo, a partir de los distintos itinerarios de formación sociolaboral, especialmente con incidencia en el medio rural.