El Ayuntamiento vallisoletano quiere mejorar la calidad del aire de la ciudad y para ello instalará cámaras dentro de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la que se controlará el acceso a través de las matrículas.
Tras un periodo de exposición de más de dos meses, la concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez, ha presentado esta mañana la "almendra central" con la que en palabras de Sánchez "se va a transformar la ciudad los próximos años". Una actuación para la que se valoraron hasta tres escenarios y que finalmente apuesta por un área que pretende una "reducción de las emisiones contaminantes" y que entre otras cosas busca "descargar el tráfico" en calles como López Gómez o Miguel Íscar.
No será inmediato, y se prevén exenciones
La idea del equipo de Gobierno es llevar al Pleno del 2 de marzo el planteamiento para su votación y aprobación definitiva. No obstante, habrá un calendario escalonado para la aplicación de las diferentes medidas. Además, se está trabajando ya en la futura ordenanza que regulará esta zona de bajas emisiones y que concibe exenciones y multas.
En cuanto a lo segundo, Sánchez ha preferido no dar cuantías concretas y ha puesto de ejemplo las sanciones impuestas desde la DGT. Por otro lado, entre aquellos vehículos que se beneficiarán de las exenciones destacan los que presten servicios de urgencias, el transporte público y los auto taxis, así como aquellos destinados a carga o descarga de mercancías. Por su parte, los particulares con plaza de garaje en el centro contarán con permiso para su acceso.
Para el alcalde Óscar Puente los beneficios de esta ZBE son claros y "no solo se producen en la zona que vamos a intervenir, sino que se producen en el conjunto de la ciudad". El regidor ha insistido en que "hay que hacer entender a la gente que los efectos de las intervenciones en el centro son más beneficiosas para toda la ciudad".