El que fuera cirujano jefe de la plaza de toros de Valladolid, Antonio María Mateo fue el invitado de la conferencia "La otra faena, de verde y plata", organizada por la Tertulia Taurina del Ateneo Mercantil de Valencia.
De la revista taurina Aplausos, recogemos esta información:
El coloquio fue introducido por el portavoz de la tertulia, Paco Roger, y moderado por el director de la revista Aplausos, José Luis Benlloch. El doctor Mateo comenzó con un breve repaso sobre su trayectoria profesional después de cincuenta años detrás del burladero del coso de Valladolid, desde que comenzase en el equipo médico en 1971 hasta que se despidiese el pasado año. A lo largo de su exposición, recordó las muertes en manos de los pitones que se sucedieron en el siglo XX, ochenta y una en total, y analizó otras lesiones vasculares graves más recientes, como las de Mariano de la Viña, Gonzalo Caballero y Román.
En este sentido, resaltó la importancia de una reacción general, a tiempo, y la búsqueda de una óptima dotación médica en los espectáculos, recordando cómo “la trascendencia de la muerte de Paquirri en Pozoblanco impulsó un cambio del reglamento para que fuera obligatoria la presencia de UVI móviles y que las enfermerías estuviesen convenientemente equipadas”. De hecho, aseguró: “La dotación médica de los festejos ya empieza a ser investigada por los toreros y algunos exigen la presencia de un cirujano cardiovascular o de un tipo de sangre en concreto”, y añadió: “Sin riesgo, la Fiesta no existiría, y el equipo médico debe trabajar cuando el riesgo se concreta en un percance”.
El último tercio de la conferencia versó sobre la labor de la otra cuadrilla, la de verde y plata, desde que se produce el percance, haciendo un recorrido a imagen y semejanza de una corrida de toros. “Siempre hay que escuchar al herido, porque a veces es él mismo el que nos dice dónde tiene las trayectorias”, cuenta. A partir de ese momento, la responsabilidad es muy grande: “A los médicos se les exigen resultados inmediatos y acertados, rozando la perfección. El herido no es una persona cualquiera, es una persona conocida, pero en la enfermería es un herido más, no importa su nombre o apellido”. El éxito de la medicina taurina se convierte en evidencia cuando “los toreros regresan y vuelven a triunfar, algo que nos satisface, porque nosotros también somos parte de esa noticia”.
Para concluir, hizo un reconocimiento a la labor de los equipos médicos, antes de recibir una cerrada ovación de los asistentes: “Los equipos médicos estaremos esperando a no trabajar, y si tenemos que hacerlo, estaremos preparados para hacer frente a la parca”.
En el acto estuvieron presentes profesionales del mundo del toro como Santiago López, Vicente Ruiz “El Soro”, Víctor Manuel Blázquez, José Manuel Montoliu, Javier Vázquez, Pascual Javier, alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, el director del Centro de Asuntos Taurinos de la Diputación, Toni Gázquez, los doctores Fernando Carbonell y Pascual González Masegosa, acompañados de un gran número de aficionados.