Nacida en Jaca (Huesca), Helena Castán aterrizó en Valladolid en 1972. A sus 57 años y tras ser secretaria general durante los primeros dos años de mandato de Antonio Largo Cabrerizo, se ha lanzado a la piscina y ha presentado su candidatura para convertirse en la primera mujer rectora en los casi 800 años de historia de la Universidad de Valladolid.
Doctora en Físicas y catedrática de Electrónica en la Escuela de Ingeniería Informática formalizó este miércoles su candidatura con el fin de que la institución académica no siga “languideciendo paulatinamente” y “recupere el pálpito” de la vida universitaria.
Amante de la música clásica, de la literatura y de viajar, recuerda un viaje por Estados Unidos, charlamos con Helena Castán que apuesta por los debates y que confía en convertirse en rectora de la UVa en el próximo mes de abril.
P.- Primera mujer que optará al puesto de rectora de la Universidad de Valladolid en sus casi 800 años de historia. ¿Reto o presión?
R.- Un reto. Pienso que esto no debería ser un tema relevante. Me presento por la situación que tiene ahora mismo la Universidad de Valladolid. Hay una corriente de personas que me han animado. Lo de ser la primera mujer es una mera anécdota y las razones por las que me presento son las ideas y los proyectos que tenemos para la universidad.
P.- ¿Cree que este momento debería haber llegado antes?
R.- Sí, dado el número de mujeres en la Universidad de Valladolid que cumplen los requisitos, que pasan por ser catedrática de la institución. Dado el número de catedráticas sí que resulta extraño que en los periodos electorales anteriores no se haya presentado ninguna mujer. Recuerdo que la primera vicerrectora es del año 1984. Ahí sí que hubo presencia femenina.
P.- ¿Sueña con ser la primera mujer que logra convertirse en rectora de la Universidad de Valladolid?
R.- No. Sueño con ser una buena rectora de la Universidad de Valladolid.
P.- ¿Por qué decide presentarse a rectora de la Universidad de Valladolid?
R.- Porque en los últimos años la Universidad de Valladolid no está mejorando. Está, no diríamos estancada, porque cuando hay poca acción se concreta en un empeoramiento. Normalmente, el resto de la sociedad y de las universidades siempre están avanzando. La situación de inacción hace que se produzca un declive paulatino y tenemos que cambiar la tendencia. En vez de ir hacia abajo, ir hacia arriba e imprimir celeridad dando un impulso a la institución para convertirnos en una universidad moderna.
P. Formó parte del equipo de Antonio Largo al comienzo de su mandato. ¿Cómo es su relación con él?
R.- Mi relación es como la de cualquier miembro de la comunidad universitaria con su rector. Toda esta comunidad tiene en mente la figura del rector como la de referencia, sobre todo cuando hay problemas o dificultades. Mientras estuve en su equipo trabajé con él y ahora formo parte esa comunidad universitaria de la que le hablo. Es una relación normal.
P.- ¿Cómo se plantea el periodo hasta que se decida quién es el rector de la Universidad de Valladolid?
R.- Tengo mucho interés en hacer llegar a la comunidad universitaria mis propuestas. Debo ajustarme escrupulosamente al calendario electoral. En este periodo de precampaña puedo intentar explicar por qué me presento, qué cosas quiero cambiar y las líneas de acción. Una cuestión que considero que puede ser muy relevante, al haber varios candidatos y para que la comunidad universitaria pueda apreciar las diferentes propuestas de los candidatos, es apostar por los debates, en sede universitaria o en sede periodística. Debatir en profundidad las propuestas de los tres candidatos.
P.- Aún no hay fechas para ese debate o esos debates.
R. - Siempre se han hecho debates. En la campaña de hace cuatro años en la que participé se celebraron dos debates entre los cuatro candidatos que había, en sede periodística, y en la segunda vuelta, un debate en sede universitaria con los dos candidatos que pasaron el corte.
P.- ¿Cómo plantearía ese debate Helena Castán?
R.- Apuesto por un moderador que conozca la universidad y que cada candidato defienda sus ideas y lo que quiere implantar en la Universidad de Valladolid, que haya debates entre candidatos enriquece el proceso electoral.
P.- ¿Cómo afronta la campaña?
R. – Voy a procurar poner de manifiesto que en algunos casos con mucho esfuerzo y en otros con poco y en poco tiempo, es posible dar un giro a la universidad. Otra cuestión, hablando de la comunidad universitaria, y que puede ser determinante es que yo creo en aquello que digo. Tengo una experiencia en gestión, pero también toda la gente que me rodea. Estoy construyendo un equipo muy potente, de personas que vamos a gestionar la Universidad de Valladolid. Y cuando digo gestionar no es pensar o elucubrar, es resolver. Nosotros queremos resolver esos problemas. Hemos pensado cómo hacerlo porque tenemos mucha experiencia y quiero transmitir a la comunidad universitaria capacidad y, sobre todo, ideas concretas que se pueden plasmar al principio del mandato.
P.- ¿Cuál sería la primera medida que adoptaría Helena Castán en caso de ser rectora de la Universidad de Valladolid?
R.- Pienso que Lo primero que tenemos que abordar es la cuestión del profesorado. Tenemos muchos profesores con contratos a tiempo parcial. Resolver ese problema resolvería otro, también gravísimo, el de los egresados. Si ofrecemos a estos estudiantes un camino para hacer una carrera académica con unas figuras de profesorado serias y dignas, estaríamos resolviendo este problema. Esto es un hilo conductor y todos los problemas están encadenados.
En este sentido hemos meditado mucho sobre cómo tiene que hacerse el Equipo de Gestión y de Gobierno. Es muy importante que esté distribuido en unas áreas, para abordar diferentes problemas, todos a la vez, pero de manera coordinada para obtener una resolución de estos problemas de manera global. Si resolvemos problemas puntuales de manera inconexa, vamos a hacer pequeños avances, pero no a resolver los problemas estructurales de la Universidad de Valladolid.
P.- ¿Ha asegurado que la Universidad de Valladolid tiene que mejorar en lo que a su visión exterior se refiere? ¿Cómo tiene que hacerlo?
R.- Insisto mucho en el sentimiento de pertenencia, que tiene que comenzar por los estudiantes. Que entren en la universidad, que queden atrapados y seducidos por ella. Tienen que saber que la impronta que les damos es para siempre. Esto nos va a conectar con la sociedad porque los egresados universitarios, salvo los que se queden en la universidad, van a ir esparciendo por el mundo la marca UVa.
P.- Una marca que, por ejemplo, si tiene la Universidad de Salamanca
R.- Eso es. La idea sería que un egresado, vaya a Corea del Sur o a Boecillo a trabajar, diga: “Yo soy de la Universidad de Valladolid” y mantenga su contacto con las redes sociales, con sus profesores y con antiguos compañeros para crear una red.
P.- Hábleme un poco del programa electoral, hasta donde pueda contarme.
R.- Tenemos el diagnóstico. La idea de cómo cambiar la situación… por lo que la clave del programa electoral es que vamos a abordar los problemas desde una perspectiva global y perfectamente coordinada.
Queremos atender a la figura del profesorado para disminuir la precariedad laboral. Considero muy importante que la investigación se vea como una inversión. A veces, el problema que tenemos es que no contamos con fondos. No hay que tener miedo sino invertir en ella. La investigación se convierte en transferencia y la transferencia da retorno económico a la universidad. Hay que verlo como una inversión que va a generar retorno.
En lo que a los títulos académicos se refiere, abogo por la transversalidad. Estamos en la tercera década del siglo XXI y tenemos que darnos cuenta de que ahora, la parte de Tecnología no puede estar separada de la de Humanidades. Debemos tener una perspectiva transversal de la formación en estos tres años.
No me puedo olvidar del personal de administración y servicios (PAS) que es crucial para el funcionamiento de la institución y es clave evitar las sobrecargas. Hay muchos trabajadores que la padecen y no somos capaces de adecuarlo. Puede haber momentos puntuales de mucho trabajo, pero eso no se puede convertir en algo cotidiano. Es importantísimo que todos se encuentren a gusto, que tengan ese sentimiento de pertenencia y que se formen de manera continua.
En cuanto a los estudiantes, todos los candidatos diremos que son el eje central, pero yo quiero transmitir esa credibilidad. Son el eje central de verdad y hay que contar con ellos, siempre.
P.- ¿Apostaría por la implantación de nuevos grados?
P.- Abogo por abrir un debate en la comunidad universitaria y pienso que esto se tiene que hacer por consenso. Escuchando a estos creo es importante apostar por dobles titulaciones españolas e internacionales, dobles grados y siempre con mezcla multidisciplinar. Así enlazamos con una idea muy personal de nuestro equipo, que nunca ha ocurrido en la Universidad de Valladolid, que es apostar por la internacionalización que tiene que ser algo global e impregnar a toda la UVa. Que sea un ente internacional.
P.- ¿Cómo valora los cuatro años de mandato de Antonio Largo?
R.- He estado dos años en la Secretaría General. Muchas de las cosas que ha cumplido las hice yo. Para mí fue una etapa muy fructífera en la que llevé a cabo muchas acciones. Pude conocer la Universidad de Valladolid.
Pienso que, en este momento, es la comunidad universitaria la que lo va a valorar. Yo planteo unas propuestas para un verdadero avance. Hay que avanzar de forma más resuelta. Nunca dejaría las cuestiones para más adelante. Pienso que el tiempo de gestión es y vale oro. La gestión que se da a un equipo rectoral es de cuatro años. No se tiene que pensar en la reelección. Las decisiones han de tomarse de manera rápida. Si se demoran se puede hacer mucho daño a las personas y tenemos que cuidarlas.
P.- ¿Qué se ha hecho bien y qué se ha hecho mal?
R.- No quiero ir por este camino. Cualquiera que vea nuestra propuesta puede mirar, comparar y decidir. Abogo por un verdadero avance, por tomar soluciones rápidas y por resolver los problemas estructurales de la universidad de una manera global.
P.- En cuanto a la labor de investigación, fijándonos en el Perseverance o en alguna misión a La Antártida con el cambio climático como protagonista… ¿Hay alguna rama por la que apostaría Helena Castán?
R.- Nuestro equipo piensa que hay que apoyar todas las líneas de investigación de la Universidad de Valladolid. Los profesores tienen que dar clase, pero también investigar y generar conocimiento. Lo tenemos que hacer en todas las áreas y pienso que se puede llevar a cabo esta tarea de una doble manera: apoyando los grandes proyectos y también buscando financiación para ellos pero nunca debemos olvidar la investigación en grupos más pequeños. Las investigaciones básicas siempre se convierten en los grandes avances de la humanidad. Ninguna investigación sobra. Todos debemos colaborar.
P.- En cuánto a esa financiación externa, en caso de que fuera elegida rectora, ¿Vería la situación como una oportunidad para captar más? También están los Fondos Next Generation.
R.- Creo que es un momento en el que tenemos la oportunidad de captar muchos fondos económicos. Tenemos que estar en primera línea demostrando que nuestra universidad va a saber hacer un buen uso de ellos. La parte positiva de la pandemia, si es que la hay, es que la sociedad se ha dado cuenta de que la ciencia y los investigadores cuando hacen falta responden y lo hacen rápido. Como con la creación de la vacuna.
P.- ¿Se ve rectora?
R.- Tengo la esperanza de que la comunidad universitaria capte nuestro mensaje de credibilidad y apueste por nuestra candidatura. Si fuera así no les defraudaría. La universidad a veces se olvida de que es una institución que tiene que dar empleabilidad a los propios egresados y debe que reflexionar sobre la oportunidad que les da a estos. Nos estamos quedando muy atrás y eso es fundamental resolver.