El portero Álvaro Pérez, jugador del Atlético Valladolid juvenil, ha logrado la medalla de oro en el XVIII Campeonato Mediterráneo que se celebró la semana pasada en la capital turca Ankara. Los Hispanos Juveniles revalidan así el título conquistado en 2020, que en esta edición han vuelto a conseguir con brillantez y demostrando una gran superioridad sobre todos sus rivales, con lo que se confirma como una generación que está llamada a dar muchas alegrías al balonmano nacional.
El equipo nacional de la quinta 2004-05, ha integrado un competitivo torneo internacional que finalmente se desarrolló en una primera fase en formato de grupo único todos contra todos con partidos de 45 minutos (3 partes de 15), además de una fase final que incluyó encuentros de semifinales, final y 3-4 puesto. En esta cita participaron finalmente, además de España, otros 8 combinados nacionales: Croacia, Egipto, Grecia, Italia, Kuwait, Montenegro, Rumanía y Turquía.
Tras el apabullante debut ante la anfitriona Turquía (17-41) y el triunfo ante Croacia (22-30), los pupilos del seleccionador Daniel Sánchez-Nieves siguieron la estela de su estreno deshaciéndose de todos sus rivales con solvencia: Kuwait (33-17), Egipto (23-27), Rumanía (25-18), Grecia (12-23), Italia (32-13) y Montenegro (24-30).
En semifinales la que volvió a caer antes los Hispanos fue Montenegro (33-20) y en la final fue la selección de Egipto (40-29) la que no pudo con el empuje hispano. El portero Álvaro Pérez destacó en el choque decisivo ante los faraones e incluso anotó dos tantos, además de acabar como uno de los mejores porteros del campeonato. Por su lado, Croacia logró el bronce tras vencer a Montenegro en el encuentro por el tercer y cuarto puesto.
Buenas sensaciones con los infantiles
En cuanto a los jugadores de la generación 2007-08 pertenecientes al Atlético Valladolid infantil, Daniel Cristóbal (universal: primera línea-pivote, 2008) y Héctor López (central-extremo izquierdo, 2008), participaron con nota positiva en las Jornadas de Tecnificación de la RFEBM, que bajo la supervisión del seleccionador absoluto Jordi Ribera, se llevaron a cabo también durante la última semana de febrero en el CAR de Sierra Nevada, con el objetivo de trabajar con un número elevado de jóvenes valores de cara a su posible inclusión en un futuro en la selección absoluta.