Un centenar de estudiantes de la Universidad de Valladolid tienen previsto participar hoy en el Ayuno Solidario propuesto por Pastoral Universitaria para este Miércoles de Ceniza, en la Plaza de la Universidad (de 14.15 a 15.45 horas). Los jóvenes convocaron este acto (que llevaba dos años sin poder celebrarse) ante el recrudecimiento de las hostilidades entre Rusia y Ucrania hace unas semanas, bajo el lema ‘Sí a la no violencia’, con el propósito de orar por la paz y de destinar lo recaudado a las víctimas del país ucraniano.
Dan respuesta también así a la llamada del papa Francisco, que el pasado miércoles, 23 de febrero, pocas horas después de iniciarse el conflicto bélico, convocó a los creyentes a celebrar hoy una jornada de ayuno y oración por el cese de las hostilidades. "Animo especialmente a los creyentes a dedicarse intensamente a la oración y al ayuno ese día. Que la Reina de la Paz preserve al mundo de la locura de la guerra", deseó el pontífice, quien exhortó a todas la partes implicadas a “que se abstengan de toda acción que provoque aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desacreditando el derecho internacional” (adjuntamos texto completo de la convocatoria del Papa y el cartel del acto de Pastoral Universitaria).
La Iglesia de Valladolid se suma al llamamiento del Papa en este día en el que los distintos templos de la Archidiócesis celebran el inicio del tiempo de conversión de la Cuaresma (que se prolongará hasta Jueves Santo), con eucaristías en las que se impondrá a los fieles la ceniza, que simboliza que el hombre es pecador y necesita ser perdonado. El arzobispo de Valladolid, don Ricardo Blázquez que presidirá a las 18h la Misa en la Catedral, recuerda en su carta pastoral de esta quincena que no debemos cansarnos de orar, de “extirpar el mal de nuestra vida” y de “hacer el bien en la caridad activa hacia el prójimo”.
El ritual del Miércoles de Ceniza podrá celebrarse con normalidad; sin la limitación de aforo del año pasado (cuando el máximo de personas permitidas en un templo, fuera cual fuera su aforo, era de 25 personas) y con una liturgia modificada, en la que el sacerdote pudo decir una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: “Convertíos y creed en el Evangelio”, o bien, “Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás”, y se limitó a “dejar caer la ceniza sobre la cabeza fiel”.
El Miércoles de Ceniza recupera el ritual ordinario, eso sí todavía con la obligación del uso de mascarilla en el interior de los templos tanto por parte de los sacerdotes como de los fieles. Desde la Delegación de Liturgia de Valladolid se recomienza a todos los que vayan a imponer la ceniza que se desinfecten las manos y que, en el caso de las grandes asambleas “no haya contacto directo, y la ceniza se deje caer sobre la cabeza (si se prefiere, puede hacerse en dos movimientos haciendo forma de cruz, de modo que se evite banalizar el gesto)”. En cuanquier caso, el delegado, Francisco José García García, añade que “cada sacerdote sea libre de tomar las precauciones que considere necesarias, teniendo en cuenta la idiosincrasia de la comunidad con que se celebra y las demás precauciones pastorales y sanitarias que considere oportunas”.