La Audiencia de Valladolid condenó a un hombre, de nacionalidad búlgara, a una pena de 12 años y un mes de prisión por ser el autor de nueve delitos, tras maltratar y detener de forma ilegal durante más de tres días a su expareja. Además, en su plan fue ayudado por otras tres personas, declaradas en rebeldía y pendientes de juicio oral, según recoge la sentencia remitida por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), informa ICAL.
El acusado K.B.N., mayor de edad y sin antecedentes penales en España, es considerado el autor de los delitos de lesiones, amenazas graves, coacciones, acoso, detención ilegal, obstrucción a la justicia y maltrato habitual. Además de las penas de prisión, tiene prohibido acercarse a menos de 500 metros a la víctima y comunicarse con ella. Además, su expareja deberá ser indemnizada con 6.050 euros.
K.B.N. y A.V.M. se conocieron en su pueblo de Bulgaria en el año 2018 y decidieron viajar a España para trabajar en la vendimia. Su relación de pareja se desarrolló de manera normal hasta el mes de marzo de 2021, en el que K.B.N. fue hospitalizado por un problema de pulmón. Desde que salió del hospital comenzó a comportarse de manera agresiva y celosa.
Además, la Audiencia indica que el acusado mostró una actitud de dominación hacia su pareja, a la que no dejaba salir sola de casa casi nunca, y cuando surgía cualquier conflicto entre ellos, le decía que la iba a matar o la golpeaba, ocurriendo estos hechos en el domicilio familiar. En una de estas ocasiones le propinó un puñetazo en la cara, provocándole la rotura de un diente, aunque ella no acudió al médico.
El día 12 de junio de 2021 se marchó a un cumpleaños de una amiga y cuando regresó a la casa se encontró con que K.B.N. estaba bajo los efectos del alcohol y se había quedado dormido, pero al despertarse comenzó a increparla. Por ello, decidió marcharse con su amiga y empleadora a Valladolid. El acusado intentó reanudar la relación sentimental y al no lograrlo, llegó incluso a retenerla en la casa durante varios minutos, cuando ella fue a recoger sus enseres acompañada de otras personas.
La sentencia recoge que el acusado concibió la idea de llevárse por la fuerza a su expareja para que estuviera con él, y para ello contactó con el también acusado P.M.A. (en rebeldía), que le informó del lugar en el que podía localizarla, así como con los otros dos acusados M.B.H. y la pareja de éste A.A.D. (en situación de rebeldía). De esta manera, el 6 de julio, poco después de las siete de la mañana, el condenado y M.B.H. procedieron a sacar a la fuerza a la víctima del vehículo en el que iba a trabajar al campo, provocando en el forcejeo que se le bajaran los pantalones.
Tras introducirla en el coche del condenado, acompañada por ellos y A.A.D., se dirigieron a un monte. El condenado le ató las manos la víctima para que no pudiera escapar y la retuvo durante más de tres días en aquel lugar, donde sólo disponían de agua para beber y algo de pan para comer. El acusado le exigía en todo momento que volviera con él y al contestarle ella que no iba a volver, el acusado le decía que la iba a matar con una piedra y la iba a enterrar allí mismo en el bosque, que iba a mandar a unos amigos para que mataran a sus hijos, que no viven en España. Finalmente, sobre las 11 horas del día 9 de julio de 2021, la Guardia Civil localizó a K.B.N. y la víctima en el camino del cementerio en la localidad de Corrales de Duero, en Valladolid.