El fútbol privó a Pablo Hervías de competir durante muchos meses, en los que vivió un calvario. “Tres quirófanos, lesiones de cartílago, edema óseo… Se me pasó por la cabeza la retirada porque seguía igual. Gracias a Dios lo superé, tiré de fortaleza mental. Superar una lesión así me ha dado mucha confianza en mí mismo. Estoy perfectamente. Me encuentro genial y estoy contentísimo de haber superado una lesión tan terrible. Ya solo me queda disfrutar del fútbol. Estoy al 100%, deseando entrenar y jugar”, explicó el protagonista este jueves en rueda de prensa.
Y es que el riojano volvió a saborear la competición el pasado sábado en Tenerife donde el Real Valladolid logró una importante victoria. “Me encontré fenomenal, con muchísima confianza y me supo a poco. Fue fantástico, además me encontré bien físicamente y hasta tiré a puerta. Nervios tenía antes del partido y cuando acabé solo me acordé de disfrutar y aprovechar todos los momentos posibles”, señaló.
El extremo recordó todo el proceso, el cual fue muy duro hasta recuperar la alegría de volver a disfrutar en un partido: “El año pasado me rompo el menisco y por forzar al final de temporada podía pasar lo que pasó. Me tocó lo peor de todo. En el primer entrenamiento no me podía ni mover. Bruno me vio entrenar, vio cómo me movía y había tenido un caso similar el año pasado. Dio con la tecla y fuimos a Barcelona a hacer dos cirugías. Dejé de tener molestias el día después del partido en Cartagena, cuando entrenamos allí. No sé si fue por verme calentando. Siempre tienes alguna secuela, pero para jugar estoy perfecto”.
En este camino pasó “muchas noches sin dormir” y prefirió ver “otros deportes” para desconectar un poro del fútbol. “Lo más duro es que tú quieras a muerte y tu cuerpo no te lo permita. Sufría yo, pero la gente de mi alrededor sufre el doble o el triple. Es una pesadilla que no deseo a nadie. Te apoyas en ti mismo porque ellos no sentían lo que tú sentías. Tiraba de fortaleza mental. Me ayudaron mucho los fisios y, sobre todo, Rafa. Ha sido un apoyo muy grande. Mis compañeros me han ayudado muchísimo y, sobre todo, sentí su alegría el otro día cuando volví”, expresó.
Ya recuperado, Hervías comentó que le gusta “jugar de extremo, pero también de lateral”. “No estoy para elegir después de algo así. Donde me quiera poner, seguro que sale bien”, dijo. Ahora quiere vivir el presente, aunque también piensa en el futuro tras el 30 de junio, fecha en la que finaliza su contrato con el Real Valladolid. “Parece claro que no voy a seguir porque no he hablado con alguien de este tema. Pero después de una lesión así lo que quiero es disfrutar del fútbol, de las concentraciones, de mis compañeros… Ahora solo estoy pensando en ir a Oviedo y en que ojalá me dé más minutos el entrenador”, expuso.
El riojano afirmó que cuentan con un equipo “enorme”, aunque incidió en que deben seguir “con humildad”. “Ir paso a paso, pensar en comer bien esta tarde y entrenar bien mañana. Tenemos que competir en todos los campos. Veo fenomenal al equipo. Quedan doce partidos y estamos en nuestro mejor momento. Humildad sin salirnos del camino”, concluyó.