La convergencia tecnológica es un fenómeno que implica un aumento de las competencias digitales actuales para satisfacer las necesidades de la sociedad. Este suceso se traslada a todos los ámbitos de la vida ya sean negocios, comercio o salud, entre otros.
Existe un aspecto esencial para la ciudadanía al que también la irrupción tecnológica ha alcanzado: la enseñanza. Investigadores de la Universidad de Valladolid estudian la importancia que tienen las competencias TIC y AMI (Alfabetización Mediática e Informacional) en la docencia, así como la autopercepción que tiene el profesorado de sus capacidades en esos puntos. Finalmente, proponen un modelo global en el que se incluyen estas competencias de manera conjunta que buscan atender las demandas que tienen los profesores en la era digital.
Generalmente, son las competencias TIC las que están más familiarizadas con la sociedad. Coincide asimismo en que son las que más se preparan en los centros escolares. Sin embargo, Alfonso Gutiérrez Martín, catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Valladolid, apunta que “las relaciones entre educación y los nuevos medios van más allá del empleo de las TIC como recursos didácticos. La escuela debe preparar para el uso adecuado de Internet y las redes sociales, saber cómo enfrentarse a la desinformación y la infoxicación o qué ocurre con nuestros datos en la red. Eso quiere decir que se necesitan otras herramientas, no solo aquellas instrumentales o las referidas al manejo de programas y aplicaciones. Son las competencias AMI, es decir, la Alfabetización Mediática Informacional, las que aportan otros valores muy necesarios”.
En su estudio recientemente publicado en la revista ‘Comunicar’ y realizado junto a las doctoras de la UVa Ruth Pinedo y Cristina Gil Puente, se determina que los profesores tienen una baja autopercepción en referencia a estas aptitudes. Una situación que se relaciona en cierta medida con que estos conocimientos no se han incorporado en los planes de estudio de la formación básica y, por tanto, no se percibe tanto la necesidad de formar al profesorado.
Pese a esta situación, la encuesta realizada para el trabajo de investigación determina que el personal docente sí es consciente de la importancia que tienen estas competencias en la formación del alumnado, principalmente las referidas a las de la alfabetización mediática. El problema radica en que ni ellos mismos se sienten capacitados para impartir dichos contenidos.
La relevancia de la AMI se manifiesta especialmente necesaria frente a la actual abundancia de bulos o fake news y en situaciones de conflicto, donde, tal y como se está comprobando, la verdad es siempre la primera víctima. Es por estas razones que, gracias a la inclusión de la educación mediática en el profesorado y, posteriormente, en el alumnado, se logre desarrollar un pensamiento crítico que ayude a saber diferenciar aquello que ensucia al periodismo actual.
El modelo Comprometic para mejorar las competencias docentes
Las competencias TIC y AMI son complementarias y sin embargo, no existen apenas planes de formación conjunta. Además, si se nombra en alguno de ellos, se centran principalmente en la capacitación tecnológica y didáctica y casi nunca en cuestiones de alfabetización mediática. En este contexto, los investigadores de este estudio plantean un modelo global que integra ambos factores para la formación del profesorado denominado Comprometic que significa Competencias del Profesorado en Medios y TIC. Según se explica, “es el resultado de una doble convergencia: la de diferentes alfabetizaciones, y la de la multialfabetización resultante con la capacitación específica de los profesionales de la educación en TIC y medios”.
Esta dualidad logra que el modelo conste de una formación básica que el profesor puede compartir con cualquier persona que no se dedica al ámbito de la educación, y de otras específicas de su profesión, que le corresponden en sus funciones de docente, educador y de gestión.
Desde su creación en 1945, la Unesco ha mostrado su preocupación por la formación de los profesores en cuestiones de alfabetización tecnológica y mediática. De hecho, para la elaboración de los cuestionarios utilizados en esta investigación se han utilizado las competencias propuestas por la Unesco incluyendo algunas de las más actuales como la de ser capaz de valorar la importancia del 'big data' en la sociedad actual.
Esta competencia es precisamente una sobre la que el profesorado ha manifestado mayor desconocimiento y necesidad formativa. Alfonso Gutiérrez explica que hay términos como 'big data' que pueden resultar intimidatorios, pero que se entendería mejor su importancia si se preguntara simplemente sobre la conveniencia de saber qué hace Whatsapp, Google o Facebook con nuestros datos. Los investigadores proponen la integración de la educación mediática tanto en la formación del profesorado como en la educación básica obligatoria.
El nuevo Real Decreto por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria abre una puerta de esperanza al mantener la competencia digital como una de las competencias básicas así como otras enfocadas a la educación mediática. “Que la alfabetización, el aprender a leer y escribir, no siga limitándose al lenguaje verbal sino también el audiovisual y multimedia”, concluye Gutiérrez.