Decenas de personas acudieron hoy en Valladolid a la llamada de la Plataforma Feminista de Castilla y León, que denunció durante una protesta por las calles del centro de la ciudad que se utilicen los derechos de las mujeres “como moneda de cambio” en la negociación del Gobierno de coalición que conformarán PP y Vox, como informa ICAL.
Bajo el lema 'Ni un paso atrás en nuestros derechos, gobierne quien gobierne', el colectivo feminista contó con el apoyo de los dos principales sindicatos, CCOO y UGT, representados, entre otros, por sus secretarios generales en la Comunidad, Vicente Andrés y Faustino Temprano.
A juicio de la Plataforma, los “derechos de las mujeres ni se negocian ni se eliminan”, un grito que se escuchó con fuerza en una manifestación que partió desde la Plaza Fuente Dorada y transitó por las calles Santiago, Miguel Íscar y Duque de la Victoria, para finalizar en la Plaza Mayor. A la protesta acudieron autobuses desde Soria, Segovia, León y Palencia.
El movimiento feminista aprovechó esta protesta para alertar al estamento político de Castilla y León de que “van a luchar con todas sus fuerzas para preservar y mejorar los derechos de las mujeres, desmontando las falacias y las ambigüedades con las que pretende desasistir y precarizar a las mujeres de Castilla y León”.
Entre ellas, mencionaron las “falacias y ambigüedades” en las que pretenden “fundamentar su propuesta” de Ley de Violencia Intrafamiliar, con el único objetivo, denunció la Plataforma, “de dejar desprotegidas a las mujeres víctimas de la violencia machista”. A su juicio, la “derecha y la ultraderecha” pretenden “legislar sobre la violencia intrafamiliar para no abordar la violencia que se produce dentro de las familias y no hablar de violencia de género”. “Es una violencia con características especificas y agravantes bien definidas, negarla es una pretensión de engañar y faltar a la verdad, un ataque directo a las mujeres al no reconocer ni atajar la violencia que contra ellas se ejerce por ser mujeres”, criticaron.
En este sentido, vaticinó que el resultado de este discurso “malintencionado, si se consiente, devendrá en la desprotección de las víctimas de violencia de género, las mujeres, sus hijos y sus hijas, al negar la violencia de la que son víctimas”. “¿Cuál va a ser el siguiente paso? ¿Acaso calificar de nuevo las agresiones sexuales como un delito contra el honor de los hombres, en lugar de lo que el feminismo logró que sea hoy, un delito contra la libertad sexual de las mujeres?”, cuestionaron.