A pesar del frío invernal, Siete Iglesias de Trabancos se llenó de un público ávido de presenciar la suelta de su “toro del arrope” tras dos años de sequía taurina en el pueblo. La fecha prevista era para la festividad de San Sebastián (enero), pero se atrasó debido al mal tiempo.
El festejo arrancó las cinco y media de la tarde con la suelta del primer astado de nombre “Bonachón”, de la ganadería de Lora Sangrán, con un peso de 560 kilos y con cinco años de edad. El animal, con trapío y descarado de pitones, tuvo mucha movilidad e hizo las delicias de los aficionados más osados que cortaban y esquivaban las acometidas. No faltó el consiguiente susto para un joven aficionado.
Tras un largo rato en la Plaza Mayor, enfiló la calle principal donde al final de la misma estaban los chiqueros y cabestros, volviendo a dar un buen juego.
Una hora más tarde se dio suelta a “Landrillo”, de cuatro años de edad y con el hierro de la ganadería de Hermanos Mayoral, de la vecina Castronuño. Según el cartel dio un peso de 510 kilos. El toro, precioso de hechuras, tuvo tranco, fue bravo y dio un excelente juego de salida.
Para finalizar la función se soltaron a la vez a ambos toros, que protagonizaron una espectacular pelea en la calle principal. El festejo fue organizado por los empresarios Pepe Mayoral y Pedro Caminero, con la colaboración del consistorio y la asociación taurina local.
De director de lidia actuó el matador de toros local Raúl Alonso. Entre los aficionados pudimos saludar al ganadero de Rueda, Eladio Vegas. Les ofrecemos una espectacular y amplia galería fotográfica a cargo de Natalia Calvo.