Más de una veintena de trabajadores de una fábrica del sector del metal situada en la localidad vallisoletana de Mojados, Saint Jean, han conseguido que se les reconozca que el despido que se les practicó fue "de carácter improcedente", con las consecuencias económicas que de ello se derivan "al obtener la máxima indemnización posible", como ha podido saber EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León.
La empresa sidero-metalúrgica usuaria, asentada en el polígono de industrial de Mojados, mantenía "un contrato de subcontratación de servicios con otra mercantil" que ponía a disposición de ésta "trabajadores en la modalidad de externalización de servicios para poder llevar a cabo los procesos productivos en la empresa principal". Los más de veinte trabajadores contratados bajo esta modalidad "fueron advertidos de que serían subrogados por una nueva empresa de subcontratación de servicios; subrogación que, por otro lado, nunca se llegó a ejecutar, quedando los trabajadores en una situación de inseguridad jurídica y laboral”, como ha manifestado Saúl Núñez Amado, abogado de los trabajadores y encargado de las negociaciones.
Tras estos hechos, donde los trabajadores "desconocían si seguían manteniendo su relación de trabajo" y "sin recibir noticia alguna", la empresa "les envió carta comunicando que la empresa matriz había notificado a la subcontrata el fin del contrato de arrendamiento de servicios, comunicando que se dejaba sin efecto, también, el proceso de subrogación iniciado con la nueva empresa que supuestamente iba a continuar prestando el servicio y asumiendo las obligaciones laborales para con ellos".
“Ante este “triángulo empresarial”, con la empresa matriz que decide no renovar con la empresa subcontratada; la nueva empresa que decide no subrogar; y la empresa para la que venían trabajando que comunica el fin de la relación laboral, expusimos los argumentos para que el despido de los más de veinte trabajadores fuera improcedente y se pusiese a su disposición la máxima indemnización que permite la ley”, ha señalado el abogado Núñez Amado, en un comunicado recogido por EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León.
Por su parte, los trabajadores se sienten satisfechos de que “ya que no podíamos seguir trabajando, por lo menos nos vamos para casa con lo máximo que nos corresponde hasta que podamos encontrar un nuevo empleo, porque nosotros solo queríamos y queremos trabajar”, así lo ha expresado Amílcar Álvarez, portavoz del grupo de trabajadores despedidos.
Estos hechos fueron reconocidos ante el Servicio de Relaciones Laborales (SERLA), donde se pactaron las improcedencias e importes de las indemnizaciones.