Un Stolpersteine es un pequeño adoquín que se empotra en el suelo en el que se inscriben los datos de una víctima del Holocausto nacida o residente en el lugar donde ha sido ubicado. Son una iniciativa del artista alemán Gunter Demnig, quien desde 1995 se ha dedicado a crearlos manualmente y a instalarlos por toda Europa, siendo hoy en día, con más de 75.000 Stolpersteine colocados, la obra artística memorial por las víctimas del Holocausto más extendida por el mundo.
Matías Rodríguez Barajas nació en Castronuño el 24 de febrero de 1903, municipio en el que residió hasta 1922. Durante la guerra civil fue movilizado por el ejército republicano y al finalizar esta se internó en Francia. Fue detenido por la Gestapo y encarcelado en el Stalag XII D Trèves, en Alemania. En enero de 1941 fue obligado, junto a otros 775 republicanos españoles, a subir a un convoy con destino al campo de exterminio de Mauthausen, en Austria. Veintiocho días después fue desplazado al subcampo de Gusen, donde estuvo como prisionero hasta el 11 de noviembre de ese mismo año, día en el que falleció. Tres días después fue incinerado en uno de los hornos crematorios del campo de concentración.
El Ayuntamiento de Castronuño ha preparado un acto sencillo, pero cargado de emotividad. Contará con varias intervenciones, poesía y música en directo a cargo de Carlos Herrero, componente del grupo El Naan. Además, los asistentes recibirán una publicación titulada “Matías regresa a casa”, obra de la escritora e historiadora María Torres Celada, en la que recupera la historia de este castronuñero que sufrió en primera persona la barbarie de los campos de exterminio del nazismo.
Con la instalación de este Stolpersteine el pueblo de Castronuño perpetuará el homenaje y recuerdo a todas las personas que fueron víctimas del Holocausto, en especial la de este vecino que 100 años después de su partida regresa de forma simbólica al pueblo que lo vio nacer.
En palabras del alcalde del municipio, Enrique Seoane, “quienes caminen junto a este adoquín dedicado a Matías tropezarán con la cruda realidad de la historia. Es muy importante que todos y todas tengamos presente en nuestra memoria los horrores cometidos en el pasado, porque de ellos debemos aprender que nunca jamás hemos de permitir que vuelvan a repetirse”.