Villalón de Campos es un municipio de 1526 habitantes (según las cifras del INE actualizadas este año), que se ubica a unos 70 kilómetros de Valladolid capital. Pasa por ser uno de los grandes núcleos de población al norte de la provincia y su queso es inigualable.
También lo es su solidaridad. “Poco a poco estamos acogiendo, a través de la ONG SOS Ucrania, a personas que vienen del país huyendo de la guerra. Les acogemos en una casa que tiene el Ayuntamiento y que la hemos reformado para que estén lo más cómodos posible”, nos cuenta, en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León, el alcalde de la localidad vallisoletana, José Ángel Alonso.
Hace 15 días llegó hasta el lugar Alina, madre de Anastasia, una joven de 14 años, y su hermano, un bebé de un año y diez meses. “No les ha faltado de nada desde que llegaron gracias a la colaboración de los vecinos que han respondido de la mejor de las maneras”, añade el primer edil. Microondas, ropa, sillitas para el bebé, pañales… los ciudadanos de Villalón se han volcado con la familia ucraniana.
“Hemos hablado con la parroquia porque queremos que ellos, semanalmente, dispongan de una asignación para que estas familias que lleguen no dispongan solo de la generosidad de los vecinos. Queremos que puedan desarrollar su vida de forma autónoma”, añade el alcalde de Villalón que informa de que se ha habilitado una cuenta solidaria a beneficio de estas personas, que les ofrecemos a continuación:
Villalón de Campos espera este lunes la llegada de otra familia. Una madre con su bebé que recalarán en la provincia vallisoletana tras llegar a España el fin de semana procedentes de Palencia.
“Esta nueva familia va a vivir con la que ya ha llegado. Pretendemos que hagan piña entre ellos y se hagan compañía. Doy gracias a los vecinos por toda la solidaridad que han mostrado desde su llegada”, finaliza José Ángel Alonso.
La barrera del idioma no es tal para los niños. Son muchos los peques de Villalón que ya han tocado a la puerta de Anastasia, para que la joven juegue con ellos.
Una historia de solidaridad en la localidad pucelana.