Con más de 8.400 hectáreas, las Riberas de Castronuño – Vega del Duero se convierten en el único espacio de la provincia que está incluido en la Red de Espacios Naturales, entre otras cosas, por las diversas especies faunísticas, tanto acuáticas como aves y una variedad cromática que le dotan sus distintas especies vegetales entre las que destacan los chopos, el carrizal o la encina.

Es un pueblo de más de 800 habitantes que tiene un gran encanto natural, como ya hemos citado, patrimonial y cultural. Le separan 70 kilómetros de Valladolid capital y más de 1.700 kilómetros con Stuttgart, una de las ciudades teutonas más importantes de Alemania.

Precisamente, de Stuttgart era alguno de los seis peregrinos que procedentes de Ávila pero que habían salido ese día desde Nava del Rey, llegaron al municipio vallisoletano el pasado jueves, 7 de abril. En él disfrutaron de todo su encanto. Pudieron gozar con la brisa en un entorno natural inigualable, saborear su mejor gastronomía, quesos incluidos, y beber de la historia de un pueblo único en la provincia de Valladolid.

El albergue de Castronuño vuelve a funcionar

El albergue se ha reabierto en el mes de enero de 2022 tras estar toda la pandemia cerrado para evitar contagios. Antes del coronavirus acogíamos en el albergue a 100 peregrinos. En su mayor parte de origen extranjero y muchos de ellos son alemanes”, cuenta, en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León, Rosana de Castro Blanco, concejala de Cultura y Turismo en el Ayuntamiento de Castronuño.

La semana pasada el bello municipio vallisoletano ya acogió a dos peregrinos que llegaron por separado antes de que lo hiciera, el pasado jueves 7 de abril, un grupo de seis alemanes que quedó prendado de la belleza del lugar.

“Castronuño es el Camino de Santiago de Levante. Hasta aquí llegan peregrinos que han hecho otros caminos. Viene de Siete Iglesias de Trabancos y entra hasta nuestro municipio por el Arroyo del Caño. El visitante se encuentra con una fuente en la que aparece un tríptico con tres imágenes elaboradas por la escultora local: María Acosta. En ella se ve la Catedral de Valencia, la Iglesia de nuestro pueblo y la Catedral de Santiago de Compostela. Nuestra localidad acaba por ser el punto medio entre estos puntos”, añade la edil.

Disfrutando con todos los encantos del lugar

Además de concejala, Rosana es voluntaria. Hay grupos de castronuñeros y castronuñeras para que se encargan de recibir a los peregrinos. “Me encanta recibir a la gente. Se les recibe, se les lleva al albergue y se les facilita contactos de casas rurales y demás. Soy profesora de inglés y me entiendo bien con ellos”, explica.

Fue ella misma la que el pasado jueves recibió a seis amigos alemanes que llegaron hasta el municipio. Cuatro mujeres y dos hombres de edades comprendidas entre los 67 y los 78 años que habían comenzado esa etapa del camino, ese día, en Nava del Rey, pero que habían partido desde Ávila. Procedentes de distintos puntos del país teutón, el más conocido Stuttgart.

“Por la tarde quedé con ellos porque querían conocer la localidad. Les llevé a ver el Parque de la Muela y les sorprendió mucho. Estuvieron en los bares del pueblo y compraron queso en la quesería que está ubicada en la Calle Pastores. Allí aprendieron a elaborar este suculento manjar”, añade Rosana de Castro Blanco.

Además, compraron vino de la localidad y degustaron productos como el mollete, que con unas rajas de chorizo y en plena naturaleza se convierte en un exquisito lujo.

Una temporada turística que promete

Castronuño quiere recuperar poco a poco el pulso y volver a mostrar al turista todo el encanto natural, patrimonial e histórico que atesora. El lugar es famoso por citas como la representación del ‘Sitio de Castronuño’, ‘La Bajada del Palillo’, en plenas fiestas, o la Carrera del Mollete que se celebrará este fin de semana.

“Ya hay un montón de turistas. Este fin de semana ha sido muy bueno. Precisamente, el día que llegaron los peregrinos estaba lleno. Había gente en el parking de las caravanas. Se veía a senderistas en el Parque de la Muela y la verdad es que da gusto recuperar la normalidad”, añade la concejala.

En esta Semana Santa, y ahora que llegan los días grandes, los castronuñeros que viven en cualquier punto de España volverán hasta su pueblo para compartir limonada, chorizo y mollete.

Los seis peregrinos alemanes quedaron prendados con toda la magia y de Castronuño, como harán miles de turistas que llegarán hasta el lugar ahora que el buen tiempo empieza a notarse y tras dos años de pesadilla por la pandemia COVID-19.