La vivienda unifamiliar Casa Luelmo, el Colegio Mayor Santo Tomás y uno de los edificios de viviendas de la calle Panaderos son las tres obras que optan en 2022 a la placa DOCOMOMO que otorga el Colegio de Arquitectos de Valladolid (COAVA). La participación de los colegiados vallisoletanos en la encuesta está abierta hasta el lunes 30 de mayo y el edificio ganador recibirá la distinción el 3 de octubre, Día Mundial de la Arquitectura.
DOCOMOMO son las siglas de la Fundación Internacional para la documentación, valoración, difusión y conservación del Patrimonio histórico de la arquitectura y el urbanismo del Movimiento Moderno, y sus placas acreditan internacionalmente el valor patrimonial del edificio donde son colocadas. Los arquitectos de Valladolid pueden elegir en esta ocasión entre tres edificios incluidos en el Registro DOCOMOMO del siglo XX.
Casa Luelmo
El arquitecto José Antonio Corrales fue el encargado de proyectar esta vivienda para familias jóvenes de tres dormitorios, que dispone de un departamento con dormitorio, chimenea, baño y vestidor en la planta alta. Con acceso independiente, la planta baja está diseñada como zona de servicio, con oficio, plancha, cocina, despensa, dormitorio y patio. Las dos zonas de estar de la vivienda se prolongan espacialmente al exterior mediante un porche doble con cubiertas voladas. El cerramiento ofrece un contraste en sus materiales, con carpintería de madera rojo caoba, solado de cerámica vidriada, ladrillo rojo cara vista, y paños, carpinterías y techos blancos.
Edifico de viviendas de la calle Panaderos
Este bloque de viviendas fue construido en 1935 por Javier Ramón y Guerra. La profundidad de la parcela se resuelve con un patio central, que junto al patio de manzana de atrás permite una correcta iluminación y ventilación del inmueble. La fachada a la calle Panaderos es la que presenta las características modernas más interesantes, con las ventanas apaisadas en el centro. A cada lado aparecen las terrazas, donde el plano de ladrillo se curva para romper la rigidez de la composición. El enfoscado de las terrazas se hace de un color que contrasta con el ladrillo rojizo del resto de la fachada, lo que ofrece como resultado un magistral juego de fondo-figura.
Colegio Mayor Santo Tomás
Este colegio, construido en 1963 por Fray Coello de Portugal, se asienta entre la Iglesia de San Pablo y el Instituto José Zorrilla. El inmueble se organiza en dos segmentos, un zócalo que recoge los usos comunes y, en la parte superior, un bloque en altura donde se sitúan las habitaciones. La distribución de los módulos habitacionales se gira buscando la mejor orientación. El acceso es exterior, con unas zonas estacionales y de paso que disfrutan de las vistas del entorno. Su arquitecto genera esta solución con una fachada vibrante, sin perder la expresividad de las características fundamentales del bloque del Movimiento Moderno. El edificio, con tintes brutalistas, muestra una cierta abstracción habitual en todas las obras del autor.
Placas DOCOMOMO en Valladolid
La Fundación DOCOMOMO se fundó en París en 1990, y se organizó en 1994 con sede en Barcelona como DOCOMOMO Ibérico, integrando el estudio de la arquitectura de España y Portugal de ese período. El COAVA arrancó con la primera colocación de una placa DOCOMOMO en Valladolid en el año 2012 en el Colegio Apostólico de los Padres Dominicos (1952-1957) de Miguel Fisac; al año siguiente, en 2013, colocaron otra placa en el Mercado Central de Abastos de Valladolid (1965-1966) de Juan A. Aguiló Villahermosa y Ángel Valdés Martínez (actualmente Centro Integrado de Equipamientos), sito en la calle Cigüeña y Tórtola; en 2014, en el Matadero Municipal de Valladolid (1931-1936), de Alberto Colomina y Botí, ingeniero; en 2015, en las Escuelas Graduadas (Colegio Público San Fernando) (1932-1950), de Joaquín Muro Antón; en 2016 en el Colegio San Agustín (1959-1961), de Cecilio Sánchez-Robles; en 2017, en el Colegio Internado Sagrada Familia (1963-1967), de Antonio Vallejo Álvarez, Antonio Vallejo Acevedo y Fernando Ramírez de Dampierre; en 2018, en el Hogar Nacional-Sindicalista del barrio de Las Delicias (1937), de Jesús Carrasco Muñoz; en 2019, en el Cinema Roxy, de Ramón Pérez Lozana (1932); en 2020, en la fábrica de tableros de fibras TAFISA, del equipo de arquitectos Antonio Vallejo y Santiago de la Fuente; y el año pasado, en 2021, en las oficinas de la refinería de aceites Hipesa, más conocidas como la Casa del Barco, de Constantino Candeira (1935). Además, el Colegio de Cristo Rey también cuenta con otra placa DOCOMOMO que instaló el propio colegio en 2015.