La doctora del Hospital Clínico Universitario de Valladolid y profesora titular de la Universidad de Valladolid (UVa) Rocío Aller de la Fuente ha obtenido una de las ayudas para la investigación biomédica más importantes del panorama nacional, las Becas Gilead, que cuentan con el apoyo del Instituto de Salud Carlos III. La dotación de la beca, de 25.000 euros, servirá para detectar precozmente hepatitis C en los grupos que presentan mayor riesgo, como los pacientes psiquiátricos, oncológicos o diabéticos.
Este diagnóstico precoz permitirá que los tratamientos antivirales de acción directa tengan mayor efectividad y mejoren la calidad de vida de estos pacientes, así como disminuir la carga económica al Sistema Sanitario.
El proyecto, que se llevará a cabo en el Área de Salud de Valladolid Este, pretende asimismo implementar y evaluar un protocolo de intervención intrahospitalaria que ayude a la eliminación definitiva de la hepatitis C.
Rocío Aller recuerda en palabras recogidas por DiCYT que la erradicación de las hepatitis virales en el mundo es uno de los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Hasta 2015 las hepatitis virales, fundamentalmente la C, han sido una de las causas fundamentales de trasplante hepático. En 2015 se empezaron a administrar los antivirales de acción directa que nos permiten controlar a los pacientes en muy poco tiempo y sin efectos secundarios, de modo que los pacientes que terminan desarrollando una cirrosis o requieren trasplante hepático han disminuido drásticamente y, en muchos casos, ya no existen”.
Y es en este punto en el que el proyecto de la profesora de la UVa quiere contribuir. “Podemos eliminar un problema de salud mundial que causa muchas muertes de una manera muy sencilla. Tenemos la herramienta, los tratamientos antivirales, y ahora tenemos que llegar a todos los pacientes”, subraya.
Una prevalencia importante entre grupos de riesgo
Gracias precisamente a los nuevos tratamientos antivirales, la prevalencia de la hepatitis C se ha reducido diez veces en España en los últimos años. Ahora se sitúa en el 0’2%, aunque aumenta hasta el 5-7% entre las poblaciones de riesgo. Por ello, incide Aller de la Fuente, centrarse en estos grupos con mayor prevalencia puede ser la llave para eliminar la enfermedad.
En centros de Salud Mental, Psiquiatría, Dermatología, Oncohematología y unidades de riesgo cardiovascular se pueden detectar pacientes que desconocen su infección al tener manifestaciones extrahepáticas, es decir, fuera del hígado. En este sentido, el objetivo del proyecto es doble: por un lado, “intentar diagnosticar la hepatitis C en estos pacientes para conseguir eliminarla” y, por otro, “mejorar su calidad de vida ya que sus manifestaciones extrahepáticas, como un liquen plano, un linfoma, o una diabetes tipo 2 también van a mejorar con el tratamiento antiviral”.
La iniciativa incluye charlas informativas en los servicios clínicos de interés para el proyecto, para concienciar y sensibilizar a los profesionales sanitarios de la importancia del análisis serológico para detectar nuevos casos.
“La hepatitis C no se puede erradicar, porque no hay vacuna, pero sí la podemos eliminar de nuestro medio”, insiste la doctora del Hospital Clínico Universitario, quien agrega que, en el futuro, se intentará extender el proyecto a otras áreas sanitarias y a otros servicios, como por ejemplo los de maternidad, para reducir la transmisión vertical de la infección; o en ingresos hospitalarios o preoperatorios, para evitar el contagio a los profesionales sanitarios.
Becas Gilead a la Investigación Biomédica
La ayuda obtenida por Rocío Aller de la Fuente para el desarrollo del proyecto se enmarca en la 8ª Convocatoria de Becas Gilead a la Investigación Biomédica en VIH, enfermedades hepáticas y hemato-oncología. Gilead Sciences, Inc. es una empresa biofarmacéutica que investiga, desarrolla y comercializa medicamentos innovadores en áreas de salud cuyas necesidades terapéuticas no están cubiertas.
La evaluación y selección de los proyectos galardonados ha sido realizado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), que ha aportado su red de evaluadores internacionales y su larga experiencia en financiación de la investigación biomédica en España de forma competitiva.